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Piqué habló con el Papa de las relaciones educativas entre el Vaticano y España

Por Covadonga de la CuestaTiempo de lectura2 min
Sociedad20-09-2001

A la reciente controversia suscitada en torno a los profesores de Religión y el modo de financiación de la Iglesia ha sucedido el viaje del ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Piqué, a Roma. Piqué se reunió con el Papa para conversar sobre las relaciones entre el Vaticano y el Estado español y acusó a la oposición de querer deteriorarlas.

Josep Piqué se reunió con el Papa en Roma y mantuvo una intensa sesión de trabajo con el cardenal secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano. Este encuentro pretendía sofocar el amplio debate surgido entre Gobierno y oposición. Mientras, Izquierda Unida ha presentado una moción con la que solicita un cambio en la legislación reguladora de las relaciones Iglesia-Estado. Casarse por lo civil y salir de copas con los amigos fueron algunos de los motivos que ocasionaron el despido de dos profesoras de Religión. Algunas voces de la oposición denunciaron esta situación al considerarla un acto de vulneración de los derechos fundamentales y de las libertades individuales del individuo. Al respecto, Piqué expuso en Italia que "los que deben determinar las condiciones de idoneidad de los profesores son los que tienen capacidad para decidir, es decir, la propia jerarquía católica". El ministro de Exteriores añadió que "sería muy difícil de explicar que un Estado laico y aconfesional por definición incluyera en su Constitución la capacidad de fijar los criterios de idoneidad a los enseñantes de la Religión católica". Pilar del Castillo, ministra de Educación y Cultura, ya había explicado con anterioridad que la materia de Religión no es como el resto, sino que en ella "interviene la doctrina, la fe y las creencias". El comportamiento del Estado se ajusta a un tratado internacional derivado de la Constitución que firmaron el Gobierno español y la Santa Sede en 1979. En este acuerdo se determinaba que las confesiones religiosas son las encargadas de nombrar a los profesores de Religión, mientras que el Estado se limita a garantizar la financiación de esos profesores y sus plazas en los centros públicos. El escándalo Gescartera y las inversiones de algunos altos cargos eclesiásticos en la misma han provocado que se cuestione el sistema actual de financiación de la Iglesia. Al respecto, Piqué se ha pronunciado aclarando que "se trata de cosas completamente distintas y mezclarlas no responde a la verdad ni a la realidad". Por su parte, el Vaticano informó que en la visita del ministro español a Roma se abordaron fundamentalmente "los grandes temas de la familia, la escuela y la enseñanza de la religión católica en los centros públicos". La vigencia de los acuerdos de 1979 quedó ratificada.