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LÍBANO

Los continuos atentados y la inestabilidad política impiden la paz en Líbano

Por Berta PardalTiempo de lectura1 min
Internacional03-04-2005

La calma no llega y las tensiones siguen a flor de piel en el país libanés. La crisis se agravó después de que el primer ministro designado, Omar Karame, se negara a formar un nuevo Ejecutivo.

A esta situación se suman las protestas por la inseguridad, especialmente en las zonas cristianas, y la negativa por parte de la oposición a entrar en un Gobierno de unidad nacional, como propuso Karame. Éste exige un Gobierno neutral, formado por políticos que no sean candidatos a las elecciones legislativas previstas para el mes de mayo, para que puedan supervisar los comicios. Karame fue nombrado primer ministro el 10 de marzo, diez días después de que tuviera que dimitir de este cargo por presiones populares, resultado del asesinato el mes anterior del ex primer ministro Rafic Hariri, atribuido a la oposición a Siria y a sus aliados libaneses. Además de pedir un Gobierno “neutral”, la oposición exige la “verdad” sobre el asesinato de Hariri, la dimisión de varios responsables de los servicios secretos libaneses y la retirada total de las tropas sirias de Líbano. Las asociaciones de comerciantes del país se pusieron en huelga durante un día de la pasada semana para protestar por la deteriorada situación política y de seguridad. Aseguran que serán incapaces de trabajar si no se conforma pronto un Gobierno. A la huelga se unieron las escuelas católicas. Exigen garantías de seguridad en las instituciones sociales y los nombres de los responsables de los atentados. Mientras tanto, Siria ha comenzado a retirar soldados y miembros de sus servicios secretos tras presiones de la oposición libanesa apoyada por la Comunidad Internacional, como resultado del asesinato el 14 de febrero del ex primer ministro Rafic Hariri, atribuido a los servicios secretos sirio-libaneses.