CASA MUSEO
La Casa de la Poesía
Por Roberto González García
1 min
Cultura29-03-2005
El objetivo de la asociación en conseguir que el inmueble pase a formar parte del Patrimonio Público y vuelva a ser la casa de la poesía como lo fue en vida del Premio Nóbel. Durante más de 50 años, esa casa era el refugio de cuatro generaciones de poetas españoles, y el portavoz de la Comisión de Amigos de Vicente Aleixandre, Alejandro Sanz, reclamó "por el más elemental sentido común" un esfuerzo de agradecimiento a la obra del poeta.
Recordó que varias administraciones que se comprometieron a cumplir ese sueño "siguen hoy en el silencio más absoluto", pero su movilización sirvió para que de nuevo, el Ministerio de Cultura, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid hicieran nuevos comunicados sobre Velintonia número 3. El Gobierno municipal no aprobó ayer la propuesta del PSOE para que se hiciera cargo, junto con la Comunidad de Madrid, de esta propiedad, la adquiriera y restaurara. Alicia Moreno, concejala de las Artes, busca la colaboración de las tres Administraciones a partes iguales. La propiedad de la casa está dividida entre varios de los herederos del poeta, y muestran buena disposición de cedes ese patrimonio para su uso público. Desde la Comunidad de Madrid subrayaron que la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, quiso comprar la casa de Velintonia, 3, para convertirla en centro de poesía cuando ella era ministra de Cultura en el Gobierno de Aznar, en torno al año 1998. "Pero había un inquilino dentro y no se pudo culminar la operación", afirman. Pero quien se niega a materializar la compra es el Ministerio de Cultura, a cargo de Carmen Calvo. Desde este departamento se afirma que no se quiere colaborar con la compra de la casa, sino que se aportarían subvenciones a la futura fundación que tuviera allí su sede, así como la donación de 40.000 lobros para enriquecer sus fondos de poseía. Otro asunto controvertido es el precio del inmueble. Hace 10 años, en aquella tentativa de Esperanza Aguirre, estaba valorado en 300 millones de pesetas. Los herederos quieres, además, cobrar el precio íntegro, por lo que su donación para la preservación de la obra del poeta Aleixandre sería, aparentemente, inexistente.