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SECTOR NAVAL

Izar presenta su expediente de regulación definitivo

Por Paula Escalada MedranoTiempo de lectura1 min
Economía12-03-2005

En los astilleros de Gijón no se conforman. Los 222 trabajadores declarados excedentes y los que se quedan protestan. Unos por la injusticia, otros por la incertidumbre de si se cumplirán las promesas hechas... El hecho es que se quejan, y en ocasiones no sólo hacen ruido.

La dirección de Izar ya ha presentado al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales el esperado Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que habían pactado con los sindicatos. El trámite finalmente afectará a un total de 4.028 trabajadores, de una plantilla de 10.661. El ERE ha llegado como consecuencia de la ruina económica de la empresa naval estatal. A partir de la presentación, la Dirección General de Trabajo tiene un plazo de dos semanas para dar el visto bueno al ERE. Entre los centros de trabajo, las prejubilaciones se han repartido de la siguiente manera: 704 trabajadores de Fene, 701 de Ferrol, 622 de Puerto Real, 578 de Sestao, 373 de Cartagena, 222 de Gijón, 207 de Cádiz Reparaciones, 203 de San Fernando, 173 de Manises, 144 de Sevilla y 101 de Madrid. Los que se quedan y están dentro de la parte militar ya tienen un futuro claro: Navantia. Sin embargo, los que también se quedan pero se encuentran dentro de la parte civil no lo tienen tan claro. Por eso, en Gijón -lugar donde se han registrado los conflictos más graves- ha habido numerosos enfrentamientos con la policía, hasta el punto de que el órgano policial comparó en un comunicado a los manifestantes con “miembros de la kale-borroka” de ETA. Según la policía, los ataques fueron “muy duros” y “se llegaron a utilizar incluso cócteles molotov”. Las protestas de Gijón se localizaron en una zona muy concreta de la ciudad: el nuevo acuario. El edificio se está construyendo en un lugar cercano a la Naval y por eso se ha convertido ya en un símbolo de lo que se quejan los trabajadores: la especulación del terreno. Es a eso a lo que tienen miedo, a que en poco tiempo la fábrica se cierre y los terrenos acaben recalificándose.