EUROLIGA
La Euroliga del cisma con la FIBA
Por Roberto J. Madrigal
2 min
Deportes03-05-2001
La temporada 2000/2001 ha sido la única de toda la historia del baloncesto europeo en la que ha habido dos máximas competiciones: la Euroliga que organiza la Unión de Ligas Europeas (ULEB) y la Suproliga organizada por la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA).
Desde 1997 la FIBA quería organizar una competición en la que participasen los mejores equipos europeos, y para ello quería que los clubes que participan en las competiciones europeas le cediesen sus derechos de imagen, mercadotecnia y publicidad. Los clubes, a cambio, querían participar de la gestión de la competición, tomar parte de las decisiones y que el acceso a la competición estuviese garantizado por más de una temporada, para poder conseguir una estabilidad económica. La FIBA, organizada en una Conferencia Permanente de las Federaciones nacionales, entre ellas la española (FEB), se negó a que los clubes se incorporasen a la gestión de la competición europea. Sin embargo, a pesar de que la FIBA llegó a proponer sanciones para los clubes españoles, éstas no se pudieron aplicar, porque el convenio entre la FEB y la Liga ACB le concede a ésta amplísimas competencias para organizar la competición, designar a los árbitros y negociar los derechos de imagen. Aun así, la FIBA retiró a Vitoria la organización de la Final Four de la Suproliga de esta temporada. La Euroliga de la ULEB Los clubes se organizaron en torno a la ULEB, presidida por el español Eduardo Portela (presidente de la Liga ACB), para tratar de llegar a un acuerdo con la FIBA, que no se produjo. Así, la ULEB organizó un modelo de competición con 24 equipos, con un comisionado -Jordi Bertomeu, ex secretario general de la ACB- con amplios poderes de representación y negociación, pero cuyas decisiones refrenda una Asamblea de los clubes y las Ligas. El objetivo de la Euroliga, promovido por los clubes, es cambiar la gestión de la competición, profesionalizarla y orientarla al márketing, según el modelo de la NBA, para conseguir la máxima rentabilidad económica y distribuir los ingresos entre los clubes. Por ello, la ULEB estableció el sistema de competición de playoff, que aseguraba más partidos decisivos, y negoció con Telefónica Media un contrato por el que la empresa es la titular de los derechos de imagen y televisión de la competición y por tanto los clubes-, por el que la Euroliga ingresa anualmente 35 millones de dólares (unos 6.500 millones de pesetas), dinero que se distribuye entre los clubes según el dinero que la televisión de cada país aporta al fondo común de la Euroliga y del caché de cada equipo, esto es, el interés potencial entre los aficionados.