URUGUAY
El primer presidente de izquierdas uruguayo toma posesión
Por Susana Mendoza
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Internacional06-03-2005
El médico socialista y líder de un partido que había estado desde siempre a la sombra del partido blanco y del colorado, puso fin al centenario dominio derechista en Uruguay.
José Tabaré Vázquez y su partido contarán con mayoría absoluta en el Parlamento. Éste está liderado principalmente por ex guerrilleros tupamaros, como el presidente de la Cámara José Mújica, que abanderó un golpe de Estado fallido en los 60 y fue encarcelado durante la dictadura. La investidura como presidente estuvo llena de gestos simbólicos como que el encargado de tomarle juramento fuera José Mújica y la asistencia de los presidentes de Brasil, Venezuela, Argentina, Bolivia y Perú. Representando a España acudieron los Príncipes de Asturias, Manuel Fraga y Pasqual Maragall. Además, también acudió el diputado uruguayo en el Parlamento Roberto Labandero, quien recaló en Barcelona huyendo de la dictadura uruguaya de los 70. El presidente Tabaré y su Gobierno se han comprometido a sacar a Uruguay de la crisis que viene arrastrando desde hace décadas, tanto social como económica. En este país, más del 20 por ciento de la población vive bordeando la miseria y el desempleo, debido principalmente a la tremenda crisis económica de 2002, llega a la cifra récord del 25 por ciento de la población. Por esto, la primera medida que tomará el nuevo Gobierno es la de crear un Plan de Emergencia Social que con un presupuesto inicial de 100 millones de dólares intentará paliar los efectos de la crisis y más adelante desarrollar una nueva estrategia. Además el Gobierno de Tabaré tendrá que mejorar las relaciones de patio con sus vecinos, muy abandonadas por el Ejecutivo saliente, que era abiertamente pro estadounidense. Como primera medida, se han iniciado relaciones con Venezuela. El presidente venezolano, Hugo Chávez, se ha comprometido a vender petróleo a Uruguay a través de créditos blandos y a comprar los productos agropecuarios que éste produzca. También el Ejecutivo uruguayo ha creído procedente entablar relaciones con Cuba, lo que ha suscitado la preocupación de Estados Unidos, que ve como un país antes tan colaborador, busca la amistad de uno de sus enemigos declarados.