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CRUDO

El frío provoca un máximo histórico en el precio del petróleo

Por Paula Escalada MedranoTiempo de lectura2 min
Economía05-03-2005

En el mercado, la ley oferta/demanda impera: si la demanda de algo sube y ese algo es escaso, los oferentes aprovechan y suben su precio. Es decir, si el frío sube, la demanda de calor sube; y, si la demanda de calor sube y hay pocas alternativas al petróleo para conseguirlo, el precio del combustible alcanza máximos históricos.

Los mercados europeos cerraron la semana con un nuevo récord en el precio del petróleo. Así, en Londres el precio del barril de brent, crudo que se usa de referencia en los mercados europeos, alcanzó la cifra de 51,95 euros por barril. A pesar de este dato, la barrera psicológica de los 52 dólares se sobrepasó en varias ocasiones, y se llegó incluso a los 53 dólares por barril. Así mismo, el West Texas, de referencia en Estados Unidos, ha marcado también máximos y ha alcanzado el nivel más alto en cuatro meses, 55 dólares. De este modo, se acerca cada vez más a su máximo histórico, 55,7 dólares. La explicación a esta situación se ve clara en una cadena de acontecimientos. Este invierno está siendo el más frío de la historia para los continentes europeo y americano. Por ello, la demanda de gasóleo para las calefacciones ha aumentado significativamente. Además, nuevos países que se están industrializando, como China, solicitan este bien. Pero claro, hay un problema: el petróleo se agota. Y si un bien se va agotando poco a poco y son más los que lo quieren, éste se encarece, y más cuando tiene pocas alternativas. Esto ha producido que la cotización del petróleo haya subido un 50,15 por ciento en los últimos 12 meses y que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) esté cada día más alerta. La opinión del cártel queda reflejada en artículos como el titulado El Nuevo Realismo, en el que la organización advierte claramente: “Para garantizar la seguridad del suministro de petróleo, es necesario que se asuman proyectos de expansión de la capacidad y que se reconozca que el coste de estas necesidades de inversión debe ser compartido por todos. Esencialmente, lo que esto significa es que el precio del petróleo debe ser sostenible no sólo para los consumidores, también para los productores”. En fin, la cruda realidad: a corto plazo, se prevé que los precios no bajen. No pueden hacerlo, el alto precio es el modo de mantener estable el consumo hasta que llegue un sustituto digno para la joya negra: el petróleo.