TESORO LITERARIO
Un millón de dólares escondido entre las páginas de un libro
Por Marta Escavias de Carvajal Gómez2 min
Cultura21-02-2005
Un cuento de hadas que se ha convertido en realidad. Joyas reales valoradas en un millón de dólares se esconden entre las calles de los Estados Unidos y la única manera de descubrirlas es leyendo las páginas de Un tesoro escondido.
El autor de esta peculiar propuesta es Michael Stadther, un ingeniero informático que desde que salió a la venta su obra, el pasado mes de noviembre, se ha colocado en los primeros puestos de las listas de ventas. Su sueño era escribir un cuento de aventuras con un tesoro real y así lo hizo realidad. Una aventura que Stadther tardó ocho años en escribir, y tras esto, se embarcó en la preparación de las elaboradas ilustraciones del cuento, a cada una de las cuales dedicó unas 300 horas de trabajo. Se trata de tesoros que él mismo se encargó de esconder por lugares públicos de Estados Unidos. Algunas de las joyas las adquirió en sus viajes alrededor del mundo, aunque la mayor parte fueron creadas por encargo de unos joyeros artesanos de Connecticut, quienes utilizaron piedras preciosas como diamantes, amatistas, perlas y tanzanitas, además de zafiros de Cachemira y rubíes birmanos. El resultado es un verdadero tesoro preciado, formado por piezas que van desde los varios miles de dólares, hasta los 450.000 dólares, la más cara. Todas ellas representan pequeños insectos, como mariposas, escarabajos o arañas. A través de la historia de doce hadas, tantas como joyas, que viven en el bosque, Un tesoro escondido narra la historia de cómo se topan con un tallador de madera, cuya esposa es medio humana y medio genio, y con su mascota alada, Pook, que curiosamente es igual al perro del propio Stadther. Los lectores deben seguir unas pistas y recomponer unos puzzles que se acompañan al libro, y que les conducirán hasta el tesoro. Según el cuento, para hacerse con las joyas hay que encontrar 12 fichas doradas, elaboradas con oro de 18 quilates. Stadther, un enamorado de los cuentos fantásticos, quería atrapar la intriga de los más pequeños, pero lo que ha conseguido es embarcarlos, juntos a sus padres, en una intensa búsqueda por todo el país. Con ello, las ventas de Un tesoro escondido han aumentado de manera espectacular, en cinco semanas se han distribuido más de cien mil copias y ya ocupa, en su categoría, el segundo puesto de libros infantiles en la lista de The New York Times.