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Inglaterra y Australia, a la final

Por David del Olmo1 min

Deportes16-11-2003

La selección inglesa era la víctima en su partido contra Francia, que había desplegado un juego brillante durante la Copa del Mundo. Pero ganó, con un magistral Johnny Wilkinson, y repetirá la final de 1991, en aquella ocasión disputada en campo inglés, Twickenham, pero con victoria de Australia. Los anfitriones, con una exhibición de defensa, derrotaron a Nueva Zelanda.

La lluvia y las expulsiones ayudaron al XV de la rosa a salir victoriosos del enfrentamiento de semifinales. Liderados por Johnny Wilkinson, el mejor jugador del torneo hasta el momento, los ingleses se impusieron por un claro 24-7. Solamente anotaron tres jugadores sobre el campo: Wilkinson para los británicos, y Serge Betsen y Fréderic Michalak para Francia. Un solo hombre pudo con los quince azules. Wilkinson partía como el jugador más destacado del torneo, con todas las miradas puestas en él, y no defraudó. Con cinco penales y tres drops significaron los 24 puntos de su equipo, que no pudieron ser contrarrestados por su rival, el pateador francés, Michalak, que tuvo una tarde gris. Otra de las claves fueron las tarjetas amarillas, que supusieron que los galos jugaran hasta 20 minutos con un jugador menos, por las exclusiones de Betsen y Christophe Dominici. El rival de Inglaterra en la final, que se jugará en Sídney, será la anfitriona y vigente campeona, Australia, que venció en las semifinales a Nueva Zelanda, por 22-10. Los wallabies defenderán el título gracias a su fortaleza defensiva, que anuló al potente ataque neozelandés, y al acierto de Elton Flatley en los golpes de castigo -consiguió cinco-. Nueva Zelanda no anotó un solo punto hasta después de pasados 30 minutos, a pesar de la rapidez y movilidad de sus atacantes. Así, los all blacks no podrán sumar su segundo título mundial, después del que consiguieron en la primera edición de la Copa del Mundo, en 1987.