AEROLÍNEAS
British Airways, Iberia y Lufthansa siguen registrando pérdidas
Por Ana Romero Vicente
2 min
Economía14-11-2003
Iberia, British Airways, Lufthansa. Estas tres importantes compañías aéreas están inmersas en grandes planes de reestructuración. Tras la guerra de Iraq, la epidemia atípica asiática y la competencia de otras aerolíneas de bajo coste, que les han obligado a reducir sus tarifas, no han logrado atisbar otra salida menos radical que poner en marcha planes de reestructuración para comenzar a levantar cabeza: llevan meses en números rojos.
British Airways redujo sus beneficios a la mitad en el tercer trimestre y obtuvo 150 millones de euros. La principal causa han sido las huelgas que en julio se produjeron en el aeropuerto londinense de Heathrow: durante tres días se vio obligada a suspender más de 500 vuelos, lo que le costó 50 millones de euros. Por el momento, su plan de reestructuración ya ha supuesto un recorte de 12.000 puestos de trabajo. Más optimista es la alemana Lufthansa. En los nueve primeros meses del año tuvo una pérdida neta de 409 millones de euros, pese a lo cual prevé cerrar el año con un buen resultado. Iberia también redujo su beneficio en los nueve primeros meses del año en un 36,6 por ciento. La compañía aérea achaca esto a la depreciación del dólar frente al euro, ya que la mayor parte de los ingresos que hace por pasaje son el billete norteamericano. Pero en España no son todo malas noticias. La compañía estadounidense Boeing busca socios en España. Pretende que sea aquí donde se fabriquen las piezas para su próximo avión 7E7, de fibra de carbono, por pertenecer a una industria muy desarrollada en el país. Y si de pérdidas se trata no podemos olvidar las del banco germano Commerzbank. Por primera vez en su historia ha registrado unas pérdidas netas, en el tercer trimestre del año, de 2.305 millones de euros. Para el conjunto del año las noticias no son mucho mejores: contará con un déficit 2.000 millones de euros. De nuevo sale a la palestra un plan de reestructuración. Puesto en marcha el año pasado, ya ha supuesto la eliminación de una quinta parte de su plantilla y fuertes recortes de gastos administrativos. Además, no podrá pagar el dividendo que le corresponde a sus accionistas y está estudiando deshacerse del 1,8 por ciento que posee de SCH. Para luchar contra estas pérdidas también ha adoptado otras medidas. Entre ellas, efectuar una ampliación de capital. Como no lo puede hacer sobre sí mismo por estar en reestructuración, lo ha hecho para inversores institucionales. Ha emitido 53,3 millones de acciones a 14 y 14,5 euros. El plan de momento no le va mal: ha logrado obtener 760 millones de euros.