INVESTIGACIÓN
El Ministerio de Economía expedienta a las compañías eléctricas
Por Asún Losada1 min
Economía27-11-2001
El ministro de Economía, Rodrigo Rato, indicó en las jornadas sobre el mercado energético europeo, las posibles irregularidades que pudieron surgir durante tres días en el suministro de energía eléctrica generada por centrales que, probablemente, podrían depender de las principales compañías españolas, Iberdrola y Endesa.
El ministro anunció estas irregularidades tras haber conocido la noticia por parte de Luis de Guindo, dirigente del Servicio de Defensa. De Guindo recibió el expediente del actual dirigente de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Pedro Meroño, en el que se ponían de manifiesto ciertos hechos irregulares durante los días 19, 20 y 21 de noviembre por el que las compañías eléctricas habían pactado los precios entre ellas. Según se explica en este expediente, la electricidad ofrecida en el mercado mayorista actual cuenta con unos precios equilibrados que fluctúan en un margen de oferta y demanda con un coste algo mayor que el habitual, para evitar la pérdida de suministro. Las irregularidades observadas se dieron a causa de que estas centrales ofrecieron unos valores que estaban fuera del mercado, por lo que resultaron tener un precio mucho más elevado de lo habitual. Estos precios que, habitualmente, están a seis pesetas el kilovatio/hora (0,04 euros) subieron un 60 por ciento su precio alcanzando las 16,6 pesetas (0,10 euros) Kwh. Meroño añadió también que el número de generadores implicados en la manipulación se situaría en torno a las 17 unidades de suministro de fuel-gas; cantidad por la que las compañías serían, probablemente, expedientadas. A esto hay que sumarle las irregularidades descubiertas esta misma semana en el funcionamiento de los contadores antiguos que, debido a su estado, contabilizan más electricidad de la consumida. Esto se traduce en una ganancia de varios miles de millones al año para la empresas eléctricas. En relación a esto, Rato afirmó que Economía se encarga, en la actualidad, de procurar una fijación de la tarifa eléctrica con unas subidas de hasta un dos por ciento en el año 2002. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se quejó de esta medida y calificó de “terrible” el nuevo precio de las tarifas.