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EL REDCUADRO

Rodríguez tiene razón

Fotografía

Por Antonio BurgosTiempo de lectura3 min
Opinión26-09-2004

NO es que me haya pasado al enemigo, tras gritar aquello que sonaba en las líneas del frente de la guerra incivil, de trinchera a trinchera: - ¿Hay por ahí alguno de Sevilla? Como quien por hay ahí es uno de León, en el sillón Vogue de la Moncloa donde antes estaba uno de Valladolid y antes de este antes otro de Sevilla, estoy donde he estado siempre. En el sitio de donde algunas veces, por no enmendar la figura, me quitó el toro. Y, abierto el compás, despatarrado, tras oír a ZP que el terrorismo se combate con la igualdad de sexos, tengo que reconocer solemnemente que Rodríguez, vulgo Zapatero, tiene toda la razón. Teniendo en cuenta estos tres factores: 1. Que se cumple una vez más la Ley Woody Allen de los presidentes del Gobierno del Reino de España cuando se meten en carretera. También podía llamarse, en términos de Física, Principio del Calentamiento Bucal. Por ahí, lejos, con las horas cambiadas, a los presidentes se les calienta la boca y dicen lo que aquí callan. Woody Allen total: «Todo aquello que usted hubiera querido decir en España pero a ver quién tiene cojones de decirlo allí». 2. Que aun cumplida la Ley Woody Allen y el Principio del Calentamiento Bucal, ZP no tiene nada que ver con Forrest Gump. Tonto es el que dice tonterías, nunca el presidente del Gobierno. 3. Que en punto a la debatida cuestión de que «la igualdad de sexos es más eficaz contra el terrorismo que la fuerza militar», tiene toda la razón. Le haría una matización, a modo de extensión, de excursión facultativa en su visita turística a la Zona Cero Zapatero: si a la igualdad de sexos le añadimos la igualdad de género, de género gramatical, la eficacia será a prueba de bombas, de bombas colocadas en los trenes de las criaturitas por unos chorizos zarrapastrosos y unos chivatos de los maderos capaces de diseñar la más alta estrategia política del qué, del cómo y sobre todo del cuándo. Subiéndome, pues, a la Pasarela Cibeles de la Lengua y siguiendo la tendencia puesta de moda por Manuel Chaves con lo de españoles y españolas, ciudadanos y ciudadanas, reconozco solemnemente la eficacia de la igualdad de sexos contra el terrorismo. Sí, señor Rodríguez, mucha igualdad de sexos y de géneros es lo que hace falta aquí contra el terrorismo, ha hecho usted muy bien en recordarlo, vamos a dejarnos de cuentos. El terrorismo como mejor se combate es con leyes y leyas, con jueces y juezas, con Garzones y Garzonas, con policías y policíos, con picoletos y picoletas, con Savateres y Savateras, con Foros Ermuas y Foras Ermuos, con escuchas telefónicas y escuchos telefónicos, con redadas y redados, con cárceles y cárcelas, con condenas y condenos, con cumplimientos íntegros de penas y cumplimientas íntegras de penos, con detenciones y detencionas, con dureza y durezo, con consenso democrático y consensa democrática, con dos pelotas y dos pelotos. Así, lograremos que a la violencia y al violencio la llamemos terrorismo y terrorisma. Que no haya más lucha armada y lucho armado, sino crimen y crímena. Que los activistas y activistos sean asesinos y asesinas. Los liberados y liberadas, criminales a sueldo y criminalas a suelda. Los legales y legalas, fichados por la Policía y fichadas por el Policío. Y que a los ilegales e ilegalas les digamos lo que son, no fichados por la Policía y no fichadas por el Policío. Espero que la tesis de Zapatero no se ponga zapatera. Como las aceitunas.

Fotografía de Antonio Burgos

Antonio Burgos

Columnista del diario ABC

Andaluz, sevillano y del Betis

** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor