ANÁLISIS DE LA SEMANA
Tranquilidad
Por Gema Diego1 min
Economía11-07-2004
Que no cunda el pánico. Éste es el mensaje que se empeña en repetir la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), insistiendo en que va a aumentar la producción de crudo para evitar que su precio siga subiendo sin parar. Y qué fácil es pedir tranquilidad cuando el que lo dice no es el que sufre ni el que lo está pasando mal. El caso es que, a pesar de la previsible inyección petrolífera en el mercado, los consumidores no las tienen todas consigo. Las bolsas continúan acusando la presión de un problema mal resuelto, y eso se nota en la escasa vitalidad de los principales índices. Mientras, el Banco Central Europeo (BCE) no ayuda nada a los mercados con sus alertas agoreras sobre el repunte de la inflación. Ocurre algo, pero el hallazgo de la solución lógica no está funcionando. Anunciar que el petróleo se abaratará, que crecerá la oferta, no es bastante, pues no da el resultado esperado. Es como si, después de tanto esperar por la medicina adecuada, la economía estuviese descubriendo que no es un curalotodo. O que la cura sólo llegará con constancia. Tranquilidad. Y a esperar.