NAUFRAGIO
El rescate de los otros cuatro integrantes del ¬O Bahía¬ se prolonga
Por Alejandra Linares-Rivas2 min
Sociedad11-06-2004
La tragedia se repite en Galicia. El mar se cobra otras diez vidas con el hundimiento del O bahía. Cinco de las víctimas pudieron ser rescatadas en la primera jornada de búsqueda y varios días después se recuperó la sexta. Pero todavía faltan cuatro por aparecer y aún se barajan varias posibilidades para el rescate.
En el mes de abril comenzaba la campaña del O Bahía en las costas vascas para la pesca de anchoa. Sin embargo, debido a la escasez de capturas, la tripulación se vio obligada a adelantar el retorno. Pero en las islas Sisargas se encontraron con un temporal de fuerza ocho (más de 90 kilómetros por hora) que puso fin al viaje. Parece ser que un golpe de mar entró por popa y hundió el barco de inmediato. No obstante no se tiene certeza de ello. Desde el momento en que se conoció el incidente, las ocho y cuarto de la tarde, numerosos servicios de rescate se pusieron en marcha. Comenzaron por rodear a zona del naufragio y lograron encontrar los cuerpos sin vida de cinco de los marineros. Se trataba del patrón, Hermindo Castro Veiga, Jaime Miguélez Díaz, Antonio Sánchez Cobián, Manuel Refojos Sousa y Enrique Díaz Vázquez. Fueron hallados semidesnudos, por lo que comenzó a pensarse en que posiblemente estuvieron durmiendo en el momento del suceso. Al día siguiente, un equipo de buceadores profesionales alicantinos inició las labores de búsqueda del resto de pescadores. Para facilitar el trabajo, se prohibió la navegación en un área de una milla de radio y los buzos localizaron el barco a 50 metros de profundidad, en posición vertical. Varias jornadas fueron necesarias para hacer la grabación de la superficie del buque y determinar que la cubierta estaba desierta. Una maraña de 700 metros de redes dificultaba un proceso ya de por sí lento, debido a la enorme presión. Consiguieron encontrar a otro de los tripulantes, Leopoldo Couto Álvarez. Pero para poder continuar se procedió al corte de los aparejos, aunque este procedimiento ha resultado insuficiente dada la estrechez del interior del pesquero en los accesos a los camarotes y las escaleras. Por este motivo los buzos solicitaron el día 11 el reflote de la embarcación. Consideran que la operación se está dilatando demasiado y subir el barco prácticamente hasta la superficie aceleraría la búsqueda. Podría terminarse todo en cuestión de 18 o 24 horas. Además, es un proceso factible tanto técnica, como económicamente y las familias continúan a la espera. Las estadísticas sobre marineros españoles que pierden la vida se alimentan de acontecimientos como éste. Alrededor del ochenta por ciento son gallegos, y el cincuenta por ciento de la flota y producción pesquera nacionales, también lo son. A esto se añade que el naufragio de este pesquero es el tercero en importancia en cuanto al número de víctimas desde el año 2000.