APUNTES DE BANQUILLO
Florentino contra sí mismo
Por Roberto J. Madrigal2 min
Deportes13-06-2004
Florentino Pérez tiene en la mano la reelección: es el más indicado para rectificar los errores de su primer mandato –que los ha habido–, tal y como reflejan el cambio en la política de fichajes para la próxima temporada y la marcha de Jorge Valdano. Pero ha conseguido resultados palpables: optimizar los ingresos del club y consolidar su imagen –es una de las marcas de mayor valor en todo el mundo–, terminar con la deuda del club, conseguir beneficios –siempre que las auditorías no demuestren lo contrario–, dotar a la institución de una gestión organizada… y sobre todo, ha cumplido con el proyecto de poner en marcha una nueva –y más amplia– Ciudad Deportiva, que se adecue a la expansión del Real Madrid en el futuro. Con un presidente honorífico como Alfredo di Stéfano –un acto de justicia a la historia del club–, al mando de la nave estará Emilio Butragueño: listo, trabajador y callado, conoce la casa y atesora una preparación excelente, dado que conoce los entresijos del cargo por su experiencia como director deportivo adjunto. El Buitre traería un perfil bajo más adecuado para el cargo, quizá, que el de su antecesor. La percepción cada vez más elitista del Madrid, en ocasiones demasiado ligada al sentido de negocio que del espectáculo popular que es el fútbol, es uno de los grandes lunares de su mandato. El otro es el ir y venir del baloncesto, que no tiene los mismos criterios de gestión. A pesar de las intenciones y del trabajo de Lolo Sáinz, la sección empieza a ser más una rémora que un complemento. Pero… ¿quién será el valiente que va hacer de las secciones la principal baza de sus argumentos electorales? No parece el más indicado Lorenzo Sanz. ¿Qué hizo él mejor que Florentino y qué puede mejorar? Construyó el equipo que ganó la Séptima, la Copa de Europa que rompía una sequía de más de 30 años, pero ni equilibró las cuentas, ni tuvo el proyecto de la nueva Ciudad Deportiva, ni profesionalizó el club, ni tuvo tan clara su estrategia como Pérez. Tampoco se acaba de entender qué ganas o necesidad tiene para remover el pasado. Su candidatura parece, más bien, un intento por recuperar –siquiera fugazmente–, un lugar en el escaparate de los personajes públicos, alejado de la discreción que ha buscado y mantenido Florentino en su cargo. Esta circunstancia es un arma de doble filo para Carlos González y Arturo Baldasano, que deberán tener cuidado para no acabar tapados por el afán de protagonismo del ex presidente Sanz. Pero el socio del Real Madrid, inteligente, sabe que no se debe dejar engañar por los caramelos populistas… Las elecciones dirán.