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ANALISIS DE LA SEMANA

Andante caballero es Zapatero

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura3 min
España23-07-2001

Un nuevo caballero andante le ha nacido a España. Bien le viene a un partido Socialista que parecía no encontrar la forma de resurgir de sus cenizas. El andante caballero Zapatero trae sueños por doquier, y si en algo los ciudadanos valoraron menos a Zapatero que a Aznar en el debate sobre el estado de la nación fue en su practicidad. Pero al, ahora más que nunca, líder del partido socialista, no le importa. Él quiere el centro -ahí es donde se parte el bacalao- pero no quiere pecar del pragmatismo del Partido Popular. Que no confunda molinos con gigantes. No se puede dudar de que este jugador de ajedrez sabe lo que quiere y tiene su estrategia. Sabe dónde va y cuándo dará el jaque mate. Dejará de ser Don Quijote y surgirá un conde de Montecristo ¿vengador?, eso sí, muy elegante. Aunque despierta confianza, es listo, y sabe hacer las cosas con la zurda, como durante la negociación, fracasada, que han mantenido populares y socialistas para renovar el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional y el Tribunal de Cuentas. ¡Que miedo da eso de la política estética que tanto le gusta a Zapatero! Se puede soñar la dictadura más bonita del mundo... La Conferencia Política de los socialistas no ha dado a luz una nueva ideología -el sayo no hace al monje- pero sí ha servido para que los socialistas vuelvan a tener conciencia de su sex appeal, de la erótica del poder que pueden generar a medida que los populares se apolillan. Quizás, eso sí, permanecen en el PSOE demasiadas viejas caras vinculadas a etapas turbulentas. Pero Zapatero sabe lo que tiene entre manos, digan lo que digan, y sabe que lo suyo es el gerundio: haciendo. En su discurso el pasado sábado, el leonés de los ojos como el mar caribeño habló del orgullo del carné socialista -nuevo, pero siempre estandarte de los valores socialistas de siempre, los de la defensa de los más desfavorecidos-. No es "un nuevo socialismo", dijo, lo que surge de la Conferencia Política, "sino el socialismo, de nuevo". Arrancaba así muchos aplausos, pero no los de Felipe González. Esas cosas bonitas se dicen cuando se está en la oposición. Por eso la oposición es buena para quién está en ella. Les vendrá bien volver ahí a los populares. En la oposición es donde el andante caballero puede ver que la inmigración es un gigante y no un molino. Esta semana ha aprobado el Consejo de Ministros el reglamento que aplicará la Ley de Extranjería. Enrique Múgica afirmaba que hay que cumplirlo "con humanidad y no con el corazón". Una extraña frase que seguro entiende el nuevo y soñador hidalgo, Don Zapatero. Pero el poder es el poder y pocos se resisten a su seducción, ni populares ni socialistas. Lo han demostrado esta semana negociando, como buitres carroñeros, cuotas de poder en las instituciones que hay que renovar, inevitables sea cual sea el procedimiento e elección que se emplee. En el pacto por la Justicia apostaron por el actual y prometían despolitización de los procesos... Nada de eso se ha visto esta semana pasada, pero todo pues suceder en la que viene.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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