Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

La natalidad española continúa aumentando ligeramente gracias a la inmigración

Por Alejandra Linares-RivasTiempo de lectura2 min
Sociedad25-04-2004

España viene sufriendo un acusado descenso en la tasa de natalidad desde los años setenta. Eso la convierte en el país con menor natalidad de la Unión Europea. Sin embargo, la presencia de madres extranjeras en España está contribuyendo al alza en las estadísticas de nacimientos de los últimos años.

La mujer ha experimentado un enorme cambio en la historia reciente del país que se ha visto traducida en niveles de educación más elevados. Esto, junto a su participación en el mercado laboral y a la democratización del uso de métodos anticonceptivos artificiales ha favorecido la intensa bajada de natalidad. Los hechos se reflejan en la evolución en las edades de las madres. Por ejemplo, en 1986, el 26'94 por ciento de los alumbramientos correspondían a madres de 20 a 24 años, mientras que en 1995, este porcentaje se veía reducido hasta un 14'73. En este año, el grupo de madres entre 25 y 29 años era el de mayor peso, con un 37'02 por ciento de los nacimientos. También en 1995, se apreciaba un aumento de la natalidad en el grupo de madres de 30 a 34 años, a las que se le atribuyen un 30'72 por ciento de los nacidos. Precisamente este grupo ha sido el que más ha ido creciendo desde 1986 en detrimento del resto. Los datos demuestran que la implicación de las mujeres en el mercado de trabajo retrasa la edad idónea para tener hijos hasta alrededor de los treinta años. Con esto, el periodo de fecundidad se ve reducido y, por consiguiente, el número de hijos. A este problema se añade el elevado precio de los inmuebles, que dirige la renta de las personas hacia el pago de los mismos e invita a no tener los gastos añadidos que suponen los niños. Por todo ello, la tasa de natalidad ha evolucionado negativamente. En 1976, dicha tasa era del 18'76, lo que equivale a 667.456 nacimientos. En cambio, en 1996, era del 9'23 (362.626 alumbramientos). Esta fue el índice de natalidad más bajo que ha alcanzado España, porque desde entonces, nuevamente empezó a crecer, y en 2002 la tasa se recuperó hasta el 10'14. Parece contradictorio, entonces, que las mujeres españolas cada vez tengan menos hijos. No obstante, el incremento de la natalidad se explica por la inmigración. La fertilidad de madres extranjeras va en aumento. En 2002 se registraron 43.469 nacidos de mujeres extranjeras; un 31'4 por ciento más que en 2001. Y con relación al total de nacimientos en el país, los de madre no española supusieron un 10'4 por ciento del total en 2002. De esta porción, el 20 por ciento de los niños eran de mujeres de Marruecos, el 19 por ciento, de mujeres de Ecuador, y el 11'1 por ciento, de madres de Colombia.

Fotografía de Alejandra Linares-Rivas