Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

EE.UU.

El FBI carecía de medios para prevenir los atentados del 11-S

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional18-04-2004

La Comisión independiente que investiga los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington considera que el FBI carecía de medios suficientes para poner en marcha una estrategia terrorista eficaz, conclusión que fue confirmada, un día más tarde, por el Secretario de Justicia de EE.UU., Richard Ashcroft.

"El 11 de septiembre de 2001 la acción del FBI se veía obstaculizada, en varios ámbitos importantes, para poner en marcha una estrategia antiterrorista preventiva eficaz", apunta el documento elaborado por la Comisión. Dicho informe apunta a la "formación insuficiente de los agentes, la complejidad de los regímenes jurídicos y la insuficiencia de recursos presupuestarios", como los obstáculos que impedían una mayor eficacia a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI en inglés). Las conclusiones preliminares se publicaron coincidiendo con el primer día de una serie de comparecencias a puerta cerrada de los responsables actuales y pasados del FBI y de la agencia Central de Inteligencia (CIA). El ex director del FBI, Louis Freeh, justificó en su comparecencia la impotencia de la organización de seguridad para impedir el 11-S al afirmar que investigar y perseguir a presuntos terroristas es todo lo que la agencia federal podía hacer, a falta de una declaración formal de guerra contra Al Qaeda. Freeh señaló además que el trabajo de los agentes federales se veía obstaculizado por un problema de percepción, pues los agentes del FBI eran recompensados a partir de un sistema de estadísticas de detenciones, inculpaciones y procesos; mientras que en los campos de la lucha antiterrorista y el contraespionaje suelen dar como resultado pocas detenciones y pocos juicios. Por su parte, el secretario de Justicia de EE.UU., Richard Ashcroft, culpó en su comparecencia a la administración del presidente Bill Clinton, a la que acusó de "ponerse una venda en los ojos" ante el terrorismo que impidió anticipar los atentados terroristas. Ashcroft aseguró que existía una "muralla legal" que dificultaba el contacto entre investigadores del FBI y miembros de la CIA, y que desde que llegó al cargo, trató de eliminar las trabas burocráticas y legales que durante años impidieron a los servicios secretos perseguir con eficacia a grupos terroristas como Al Qaeda. Dichas trabas eran de tal magnitud, según el secretario de Justicia, que "incluso si las fuerzas especiales hubieran podido penetrar en los campos de entrenamiento de Osama Bin Laden, hubieran necesitado un equipo de abogados" para determinar que tipo de acción podían tomar frente a los terroristas.

Fotografía de Miguel Martorell