APUNTES DE BANQUILLO
Fracaso no: crítica
Por Roberto J. Madrigal2 min
Deportes18-04-2004
Los periodistas ávidos de llamar la atención no dudan en emplear titulares a cuál más llamativo, como los paparazzi que –a falta de fotos morbosas, que en las competiciones deportivas no suele haberlas– no dudan en falsear la realidad a toda costa, en mentir con tal de vender más y crear una opinión equivocada a los lectores, oyentes o espectadores que no son especialistas en un deporte concreto. Algunos no dudan en comparar lo incomparable, las secciones de fútbol y baloncesto del Real Madrid, y tildan de fracaso la derrota en la final de la Copa ULEB. Ya sucedió cuando perdió contra el Barcelona en la última jornada de la primera vuelta y entró por los pelos en la Copa del Rey: el trabajo para estar en la lucha después de 16 jornadas de competición quedó en segundo plano, y aunque era favorito porque siempre que no había disputado la Copa de Europa había ganado la competición europea que disputara –ya fuera Copa Korac o Recopa–, y porque había rendido a un gran nivel el mes anterior. Pero nadie había analizado sus carencias, que también las tiene. Fracaso ha sido el desquicio general del Fuenlabrada, en particular de Óscar Quintana –que ni mucho menos es un mal entrenador, pero que se ha visto desbordado por las circunstancias– que no ha conseguido impedir el descenso al pozo de la Liga LEB. Un fracaso sin paliativos ha sido la temporada del Lucentum de Alicante, que aspiraba a consolidarse entre los ocho mejores tras una muy buena campaña –precisamente con Lamas en el banquillo– y, a pesar de unos buenos fichajes, se ha acabado despeñando tanto en la Copa ULEB como en la ACB, en la que ha conseguido salvar a duras penas la categoría. Fracaso, incluso, será la temporada del Barcelona si no consigue ganar la Liga, porque el precedente de la temporada anterior era el de haberlo ganado todo –la Copa, la ACB y la Euroliga– y no el de haberse clasificado en décima posición. Los cambios en la plantilla y el organigrama de la sección de baloncesto merengue han funcionado, aunque haber ganado la Copa ULEB, sin duda, hubiera supuesto un gran espaldarazo a la recuperación del equipo, que había rendido a un nivel más que aceptable en marzo y subió al cuarto puesto de la ACB. La evidencia es que al Real Madrid aún le falta tiempo para recuperar la mentalidad ganadora, y el riesgo es que los últimos varapalos afecten a la recuperación del equipo en los playoff. Sin embargo, Sainz tiene motivos para mantenerse tranquilo, pues se han cumplido los objetivos de la temporada: conseguir buenos fichajes –aunque no fuesen los ideales, por las limitaciones de presupuesto– y devolver al equipo a la senda de la competitividad. Sin embargo, sabe mejor que nadie que a su plan le quedan aún dos años por delante: todos los éxitos que lleguen serán bienvenidos, pero ni mucho menos se han impuesto la obligación de ganar títulos.