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CIENCIA

Los tripulantes de la EEI, a un paso de completar su misión

Por Mónica Martín de SebastiánTiempo de lectura1 min
Sociedad27-02-2004

El jueves de la semana pasada, por primera vez en la historia, la Estación Espacial Internacional (EEI) se quedó vacía. Sus dos tripulantes, el ruso Alexander Kaleri y el estadounidense Michael Foale estuvieron flotando en el cosmos. Es la primera vez que se da esta circunstancia. En anteriores paseos, uno de los tres cosmonautas se quedaba dentro de la estación.

Su misión ha sido calificada por la NASA y por la Agencia Espacial Rusa como altamente arriesgada, ya que la estación se quedaba sin tripulación mientras sus ocupantes salían al exterior. Después del accidente del Columbia el pasado año, la NASA suspendió los vuelos al espacio y a la EEI y redujo el número de tripulantes de tres a dos. El objetivo era que durante seis horas, realizaran nuevos experimentos como medir la radiación que hay fuera de la plataforma, revisar el estado externo de la estación para verificar un posible impacto provocado por la chatarra espacial y medir por primera vez los efectos de la radiación sobre el ser humano. Aunque el primer paso ya lo habían dado, la misión tuvo que ser cancelada porque el sistema para controlar el calor y la humedad del traje del astronauta ruso Kaleri falló, lo que obligo a él y a su compañero regresar a la estación orbital. A pesar de que no pudieron recorrer las seis horas previstas de caminata por el espacio, pudieron completar el 50 por ciento de las actividades de la misión. Un fallo con el que no contaban, ya que Foales y Kaleri han estado mucho tiempo preparando este salida, con simulacros y preparativos para enfrentarse a cualquier contratiempo. En caso de tener que abandonar la estación, los cosmonautas sellaron los compartimentos, apagaron algunos sistemas y encendieron la cápsula de escape. La misión se llevó a cabo bajo la dirección de control de Moscú, donde se decidió que era imposible esperar uno o dos meses para hacer el paseo, fecha aproximada en que arribaría la nueva tripulación a la EEI.

Fotografía de Mónica Martín de Sebastián