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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Y la pompa estalló en gotitas de jabón

Fotografía

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía29-02-2004

Había una vez una niña de calcetines blancos calados, vestida con una falda azul con vuelo que le permitía girar y girar sobre la hierba del parque de su barrio hasta caer mareada como una peonza. Zapatos negros de charol con hebilla, un inmenso lazo en su cola de caballo, las mejillas rojas por el aire de mayo y, lo más importante, un pompero nuevo en su bolsillo pidiendo a gritos que lo estrenaran. Las pompas de jabón son al sol de primavera como las moscas a la miel. Un soplido infantil, lento, fresco, cuidadoso, las envía tras un rápido parto a un vuelo cargado de brillos irisados de los que la pompa se alimenta. A veces, la burbujita comienza siendo muy pequeña y poco a poco se va haciendo más grande. Crece impulsada por los deseos de la niña hasta que se escapa de su control y vuela hacia lo alto, lejos de las manos de adolescentes malvados cuya afición favorita es hacer llorar a los niños rompiéndoles sus ilusiones. La pompa lleva dentro de sí sueños de caramelo, juegos inventados en mañanas de domingo después de la misa o la catequesis. Transporta un pedacito de un futuro imaginado en el que la niña será mayor, un tiempo en el que ella piensa que dará clase a otros pequeños como ella, que será abogada como su mamá, que viajará hasta la Luna o que curará a las personas enfermas. Una niña soñó un día dentro de su pompa de jabón que sería una contadora de historias, de historias reales que los demás escucharían todos los días. ¿Quién es capaz de decirle a la niña que esa burbuja es mentira? ¿Quién tiene el valor de explicarle lo que se esconde detrás de su brillo dorado? ¿Quién va a decirle que a medida que la pompa es más grande, también es más débil? Las pompas no son elásticas, duran menos que el sueño de una niña cuando la enfrentan de bruces con la realidad y con la prosa de la vida que engulle vorazmente todo atisbo de poesía. Y la pompa estalló en gotitas de jabón.

Fotografía de Gema Diego