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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Una pistola en el bolsillo

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad15-02-2004

Quien lleva una pistola en el bolsillo podría acabar usándola. Quien puede clonar hombres, podría acabar clonando embriones humanos. El fin no justifica los medios. Tampoco es ético -he aquí la cuestión- dar esperanzas a enfermos que van a morir, posiblemente, sin que se encuentre la solución al mal que padecen mientras se manipula a otro ser humano, creado a la carta para ser destruido en favor de otro. ¿Quién decide cuál es el ser humano que debe sacrificar su vida para otro? Otros aluden a la palabra progreso. ¿Son progreso la bomba atómica y la silla eléctrica? Seguramente que en su día se crearon para no usarse, para demostrar fuerza, modernidad, ego elevado a la enésima. Quien sabe que tiene una pistola en el bolsillo, llegada una circunstancia en la que pueda usarla, la usa. Incluso acabará la munición. Antes de disparar habría que haber pensado también en no dar esperanzas gratuitas. Muchos enfermos se han alegrado porque la clonación -la manipulación de otros seres humanos- podría devolverles la salud a ellos. Quizás nadie les ha explicado todavía que quizás para entonces sus enfermedades hayan acabado con ellos, y que el proceso de investigación para buscar antídotos a partir de la clonación ha de esperar. Lo más simple en Medicina puede acabar en muerte. "Si sólo será una vez", dirán algunos científicos. También dicen los maltratadores que esa bofetada que acaban de dar a su mujer ha sido sin querer, y que será la última. El hombre es débil en este mundo en el que el yo es primero que el otro, y lo que se tiene es superior a lo que se es. Si además hay una pistola en el bolsillo, más posibilidades hay de ser pistolero de mayor. Y eso no es progreso.

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo