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CUMBRE UE

La Constitución europea tendrá que esperar hasta marzo

Fotografía

Por Isabel A. VegaTiempo de lectura2 min
Internacional14-12-2003

Una vez más, los 15 miembros de la Unión Europea y los 10 que lo serán a partir del mes de mayo, se han reunido en Cumbre para intentar sacar adelante el proyecto de Constitución Europea, y, una vez más, éste queda paralizado en ausencia de una alternativa que satisfaga a España y a Polonia.

Bruselas fue la sede el pasado fin de semana de una reunión colmada de encuentros bilaterales a falta de consenso en la cuestión de más alta prioridad. El borrador de la futura Carta Magna europea aún va de mesa en mesa en espera de un acuerdo que permita que países como Polonia y España puedan bajar la guardia frente a quienes, en esta cuestión, se han convertido en enemigos. El problema reside en la aprobación del sistema de toma de decisiones en el Consejo Europeo, que establece que para que una propuesta salga adelante, debe darse una doble mayoría, el 50 por ciento de Estados y el 60 por ciento de la población. De aprobarse, este sistema mermaría la capacidad de los países europeos de tamaño medio, como Polonia, para bloquear las decisiones de los países más grandes, por lo que los “medianos” abogan por mantener el vigente Tratado de Niza, más equitativo en el reparto de poder entre los países europeos. José María Aznar, que se mostró desde un principio abierto a la negociación, mantuvo sin embargo la tesis de Niza por considerarla “mejor para Europa”. Tras la primera sesión de la Cumbre se mostró pesimista al afirmar: “Si unos dicen que todo es irrenunciable y otros también, no llegaremos a ninguna solución”. Lo cierto es que, pese a países como Bélgica que acusan a España y a Polonia de “querer imponer su voluntad” a los otros 23 países, la parte europea interesada en la aprobación del texto tampoco dio su brazo a torcer. El presidente francés, Jacques Chirac, afirmó que “Europa es una unión de Estados y de pueblos y éstos no pueden ser ignorados, porque la democracia exige una relación con la población”, a lo que Aznar respondió con la declaración siguiente: “Yo no sé en qué artículo del testamento de Adán está escrito que cuando unos defienden sus intereses, hacen europeísmo, y cuando los defienden otros, son antieuropeos”. En un intento por alcanzar el consenso, Silvio Berlusconi, que ostenta la Presidencia de turno de la UE, suspendió la cena concertada con los 25 para sustituirla por entrevistas bilaterales con varios de ellos, actividad que se prolongó hasta entrada la noche. El pasado sábado por la mañana presentó tres proyectos que cayeron en saco roto por las alternadas negativas de Francia, Alemania, España y Polonia. La nota curiosa de las jornadas la puso el primer ministro británico, Tony Blair, que, en un guiño a sus aliados en Iraq, España y Polonia, afirmó que “El Reino Unido puede vivir con Niza”. Distintos enfoques, una conclusión Con mayor o menor optimismo, los 25 alcanzaron al término de la Cumbre la misma conclusión: en lo que respecta a la Constitución ha sido un rotundo fracaso. Líderes como José María Aznar ponen sus esperanzas en el trabajo de los próximos meses, aunque reconocen que la Constitución habrá de esperar al mes de abril, cuando, bajo presidencia irlandesa, vuelvan a discutirse los principales puntos de conflicto.

Fotografía de Isabel A. Vega