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ANÁLISIS DE LA SEMANA

El peligro de la excepción

Fotografía

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía30-11-2003

En la UE, como en todo, siempre ha habido clases. Nosotros lo sabíamos, pero a ratos habíamos llegado incluso a creer en eso de la utopía de igualdad y unión entre toda la comunidad europea. Habíamos creído en la necesidad de trabajar, de apretarse el cinturón, de esforzarnos, de sudar sangre si hacia falta en pos de un mismo objetivo: el de converger. Dichosa palabra, la de la convergencia. Por la convergencia, hay que reducir la inflación. Por la convergencia, hay que recortar pensiones. Los datos de España en esto, en aquello y en lo otro no se parecen a los del resto de Europa. Hay que trabajar para cambiarlos. ¿Por qué? Por la convergencia. Claro, evidentemente, eso de la convergencia marcha muy bien cuando algunos países ya están convergidos y son los pobrecitos recién llegados, los pobres hermanitos pequeños, los que tienen que dejarse las uñas para llegar hasta su altura. Pero en el momento en que los pobrecitos se suben a las barbas de los convergidos y éstos descubren que se han dormido en los laureles y van a tener que sacrificar parte de su comodidad para seguir con la famosa convergencia, la situación cambia. Y mucho. Ahora resulta que porque a Alemania y Francia no les apetece bajarse de la nube y arreglar su déficit, hay que tirar a la basura el Pacto de Estabilidad. Y encima se les hace caso. ¿Qué hubiera pasado si hubiera sido España la que no hubiera podido cumplir las directrices de Europa? A buen seguro nos hubieran llovido más que tomates. Esta UE parece un resabio de Antiguo Regimen en el que los arriba se resisten a perder sus privilegios y, siendo menos, quieren que sus votos sigan valiendo más. Pretenden que continúen funcionando los favoritismos y el esquema internacional de hace 50 años. Pero esto ya no es al Antiguo Regimen, sino una unión libre e igualitaria de estados. Y donde se desea ir con la igualdad por bandera, es muy peligroso hacer excepciones.

Fotografía de Gema Diego