SUCESOS
Exculpados los cuatro acusados por el caso ¬padre coraje¬
Por Alfredo López Zamora
2 min
Sociedad04-11-2003
Los cuatro acusados del asesinato de Juan Holgado en 1995 en una gasolinera de Jerez de la Frontera (Cádiz) son inocentes según cuatro forenses y cinco miembros de la Policía Nacional que declararon en el juicio. La causa de esta decisión es la falta de pruebas. En el lugar del crimen no se encontraron ni huellas ni sangre de los acusados.
La sesión, celebrada el martes 4 de noviembre, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Cádiz se inició con la intervención de los forenses, que afirmaron que el cuerpo del asesinado mostraba "ensañamiento" con la víctima e incluso "cierta profesionalidad" con las intenciones clara de asesinarle. El arma homicida medía 18 centímetros de largo y uno de ancho, monocortante y muy afilado que acabó con la vida de Juan Holgado. Recibió 28 cuchilladas, que afectaron a las manos, la nariz, la frente, y el abdomen. La cuchillada que terminó con su vida fue una herida en el tórax de 18 centímetros de profundidad y otra en el cuello, tras la oreja. La vinculación de los cuatro acusados se descartó ya que la sangre hallada en el lugar del crimen no coincidía con los análisis de ADN del Instituto de Toxicología de Sevilla. Por otro lado, se ha acusado a la Comisaría de Jerez de hacer las investigaciones del caso "sin metodología ni dirección", una investigación "irregular" en la que no se elaboró un atestado del suceso. Esto ha hecho que el inspector jefe de la Brigada Criminal de Sevilla afirmara que no iban a tener pruebas materiales y que la investigación se basaría en pruebas testificales. Dijo que el motivo del incidente fue el robo, descartando la posibilidad de un equivocado ajuste de cuentas. Ante la posibilidad de que el empleado que cambió el turno a Juan Holgado estuviera implicado en el suceso, el inspector descartó esta hipótesis cuando apareció una llave con la que los asesinos intentaron abrir una caja fuerte y al comprobar que una puerta fue rota desde dentro para poder huir del lugar del crimen, pudiéndose abrir presionando un botón. Uno de los acusados se implicó por una cicatriz de una herida de arma blanca en el abdomen que se produjo tras el crimen. Uno de los forenses afirmó la adicción al alcohol y a los psicotrópicos del acusado, sustancias con un efecto "desinhibidor" a actuar de forma que no se haría normalmente. Las cintas grabadas por Francisco Holgado, padre del asesino, tuvieron que ser "optimizadas" para eliminar el ruido y tener una mejor audición de los diálogos para esclarecer los hechos.