DERECHOS HUMANOS
Amina Lawal, absuelta de la pena a morir lapidada
Por Gema Cubo Cabrera1 min
Sociedad25-09-2003
En marzo de 2002 el caso de Amina Lawal conmovió al mundo. Una mujer, cuyo único pecado había sido quedarse embarazada fuera del matrimonio, iba a morir apedreada. Después de año y medio de sufrimiento, y gracias a diez millones de firmas, el Tribunal de Apelación del Estado nigeriano de Katsina decretó, el pasado 25 de septiembre, la absolución para Amina.
La lapidación es una práctica obsoleta y condenada a nivel internacional. Sin embargo, este castigo sigue existiendo en países como Sudán, los Emiratos Arabes Unidos, Mauritania, Yemen del Norte y Pakistán, donde constituye una pena capital para las mujeres. Según el Corán, una mujer casada por primera vez, aunque se haya divorciado, será acusada de adulterio si mantiene relaciones sexuales sin haberse casado de nuevo. Amina Lawal es la segunda mujer nigeriana que sufre una condena de este tipo. Safiya Husseini, fue absuelta por la misma pena en marzo de 2002, gracias a la movilización internacional y la repercusión del caso en los medios de comunicación. Lawal, de 31 años y madre de la pequeña Wassila, fue condenada en marzo de 2002 por el Tribunal islámico de Funtua. Tras recurrir a una asociación nigeriana de defensa de los derechos de las mujeres y comparecer por última vez el pasado 27 de agosto, el Tribunal de Apelación anunció la decisión final para el día 25 de septiembre. Su ejecución, prevista para enero de 2004, no se llevará finalmente a cabo gracias a la resolución de los cinco jueces del Tribunal islámico que concluyeron que, Amina "no había tenido oportunidad suficiente para defenderse a sí misma". A este feliz desenlace ha contribuido la dedicación de Amnistía Internacional que, al igual que en el caso de Safiya Husseini, llevó a cabo una campaña de recogida de firmas. El Presidente de Amnistia Internacional España, Esteban Beltrán, mostró su alegría y agradeció su esfuerzo a los diez millones de personas que con sus firmas, han salvado la vida de Amina.