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RELIGIÓN

El Papa suspende sus vacaciones por una indisposición intestinal

Por Alfredo López ZamoraTiempo de lectura2 min
Sociedad24-09-2003

"Siento no poder estar con vosotros en este tradicional encuentro semanal". Estas fueron las palabras que pronunció Juan Pablo II a sus fieles por línea telefónica. Pese a que la Santa Sede afirmara que "su salud no es en absoluto preocupante", los dolores intestinales le impidieron acudir a la audiencia general del miércoles de la semana pasada. Angelo Sodano, secretario del Estado Vaticano, fue el encargado de comparecer en su lugar.

Juan Pablo II se encontraba disfrutando de un período de descanso en su residencia veraniega en Castel Gandolfo, a 33 kilómetros al sur de Roma. Fue el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls, quien confirmó a la prensa que "el Santo Padre, como consecuencia de una indisposición intestinal surgida en la tarde del martes, por consejo del médico personal, no celebrará la audiencia general". Estas dolencias no son graves, y según afirmó la Santa Sede se trata de una molestia pasajera y leve. El origen de estas molestias está en un tumor que se le extirpó en el intestino en 1992. Que el Papa no acudiera a la audiencia fue una medida de carácter preventivo con vistas hacia el futuro. La agenda para octubre está muy saturada y debe recuperar fuerzas y no forzar su cuerpo. Entre otras actividades está prevista para el próximo mes la celebración de sus 25 años de pontificado y la beatificación de Madre Teresa de Calcuta. También será en octubre cuando el Papa celebrará el noveno consistorio de su Pontificado, en el que, según ha anunciado el propio Juan Pablo II, nombrará 31 nuevos cardenales, y quedará conformado el Colegio Cardenalicio, de él saldrá su sucesor. A la audiencia acudió Angelo Sodano, secretario del Estado Vaticano, quien comenzó anunciando a los fieles congregados la ausencia en la ceremonia de Juan Pablo II. También confirmó que este seguiría la audiencia por televisión y que conectarían por línea telefónica para que pudiera impartir la bendición. Las más de 7.000 personas concentradas esperaron ansiosas el momento en el que El Papa les dedicara unas palabras. "Dedico a todos un cordial saludo" fueron las primeras palabras del Obispo de Roma recuperado, con fuerza y claridad. Los dolores intestinales provocaron que se adelantara el regreso al Vaticano, reduciendo así sus vacaciones. En la despedida declaró a las autoridades de Castel Gandolfo que durante su estancia "ha podido reposar y recuperar nuevas energías" para volver a sus actividades cotidianas.

Fotografía de Alfredo López Zamora