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ONU

Annan y Chirac critican la política de Bush en la Asamblea General de Naciones Unidas

Fotografía

Por Isabel A. VegaTiempo de lectura2 min
Internacional27-09-2003

La Asamblea General de la ONU recibió la semana pasada a varios de los líderes mundiales que mostraron sus posturas ante el ataque a Iraq y la posterior reconstrucción del país.

“Para lanzar un ataque se necesita la legitimación única de Naciones Unidas. Hay quienes dicen (...) que no se debe esperar la autorización del Consejo de Seguridad y prefieren actuar solos o formando coalición. (...) Esto sienta precedentes en el uso unilateral y abusivo de la fuerza”. Con estas palabras, el Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, abría en su discurso de apertura de la 58 Asamblea General de la ONU el debate sobre Iraq. El mandatario criticó la decisión de lanzar un ataque preventivo sobre aquel país, tomada por George W. Bush y respaldada, entre otros, por Reino Unido y España. “Esta lógica (atacar sin autorización de la ONU) representa un reto fundamental a los principios de legalidad que han gobernado el mundo”, y prosiguió: “No es suficiente denunciar la unilateralidad si no encaramos también las amenazas que hacen que unos estados se crean vulnerables y se vean incitados a tomar acciones unilaterales. Tenemos que demostrar que esas amenazas serán disipadas mediante la acción colectiva”. Para concluir, instó al resto de estados a colaborar para una rápida instauración de la democracia en Iraq. Respecto a este punto, el presidente de EE.UU., George W. Bush, argumentó en su discurso que el proceso de democratización iraquí “no puede ser acelerado ni retrasado”, con lo que respondió a las declaraciones del presidente francés, Jacques Chirac, quien había vuelto a pedir la inmediata transferencia de poder a los iraquíes. Bush además justificó su decisión de actuar fuera de la legitimidad de la ONU al declarar que Iraq es hoy libre “gracias a que una coalición de países actuó para defender la paz y la credibilidad de Naciones Unidas”. “Debemos trabajar juntos. Iraq necesita y merece nuestra ayuda, y todas las naciones de buena voluntad deberían acercarse y dar ese apoyo”, afirmó el dirigente estadounidense, que abogó por una mayor participación de Naciones Unidas en la reconstrucción iraquí pero sin que EE.UU. pierda su papel dominante. En su opinión, la ONU debería desempeñar funciones tales como la elaboración de la Constitución, la formación de funcionarios para la nueva Administración pública y la organización de elecciones libres. Jacques Chirac, que intervino minutos después del discurso de Bush, defendió las acciones multilaterales, pues, a su juicio, “garantizan la legitimidad y la democracia, en particular cuando se trata de decidir el recurso de la fuerza”. Abogó también por el papel de la ONU al afirmar que “en un mundo abierto, nadie puede actuar solo en nombre de todos (...) No hay otra alternativa que Naciones Unidas”. Al finalizar la Asamblea, ambos mandatarios se reunieron unos minutos. La conclusión alcanzada fue un mayor acercamiento en cuanto a los objetivos de paz y reconstrucción en Iraq, aunque según Chirac, aún mantiene con Bush “algunas divergencias”.

Fotografía de Isabel A. Vega