Antiglobalizadores: de Seattle a Cancún
Por Javier de la Fuente
1 min
Economía14-09-2003
Arman escándalo, destrozan farolas o se enfrentan con armas rudimentarias a las fuerzas de seguridad. Estampa típica de un antiglobalización que puede verse en los medios de comunicación cada vez que los dirigentes de las principales potencias mundiales se reúnen para debatir sobre el orden económico mundial.
Las imágenes de las batallas callejeras entre parte de los antiglobalización y las fuerzas de seguridad dan la vuelta al mundo y, de vez en cuando, también se muestra esa otra parte, menos impactante, de pancarta en ristre y silbato en boca que se manifiesta en aras de un reparto equitativo de la riqueza mundial. Desde Seattle (Estados Unidos) en 1999 hasta Cancún (México) estos días, son miles de personas de todas las clases sociales las que se acuden a esa otra contracumbre callejera que en ocasiones supera en protagonismo a la de corbata. El inicio de la V Cumbre Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) estuvo marcado por la muerte de Lee Kyung-Hae, campesino surcoreano que ya es calificado como un nuevo mártir por los activistas antiglobalización. Su suicidio en una manifestación a las puertas de la reunión de la OMC ha hecho que vuelva a muchas retinas la imagen de la muerte de Carlo Giuliani –joven del movimiento antiglobalización abatido por un policía italiano- en la reunión del G-8 en Génova. Las protestas contra los miembros de la OMC no han cesado en México. En el transcurso de una de las reuniones de la OMC, varios miembros de organizaciones no gubernamentales irrumpieron en plena reunión para exigir un mayor acceso a los medicamentos en los países menos desarrollados.