RELIGIÓN
Preocupante estado de salud del Papa en Eslovaquia
Por Sandra Carretero1 min
Sociedad13-09-2003
Extremadamente cansado, con una voz débil y frágil comenzó su discurso el Papa ante el presidente de Eslovaquia. Ya no camina, tiene artritis y Parkinson, dificultades para hablar y respirar, y pese a su estado de salud y sus 83 años no ha faltado a ninguno de sus compromisos públicos en todo el verano.
En el segundo día de su viaje, se trasladó a Banska Bystrica para presidir una misa en la plaza del Resurgimiento, con una notable mejoría en su estado de salud debido al cuidado de sus médicos y a su descanso nocturno, Juan Pablo II superó su segundo día sin mostrar síntomas de desfallecimiento y compensando a los presentes con multitud de saludos por sus muestras de afecto. Tras la misa, se reunió con los 19 obispos de la Conferencia Episcopal Eslovaca. En su tercer día volvió a subir a un avión para trasladarse a Roznava para oficiar otra misa, a la que asistieron miles de húngaros y polacos. En su cuarto y último día, el Pontífice pasó el domingo en Bratislava, donde beatificó al obispo greco-católico Basile Hopko (1904-1976) y a la monja Zdenka Schelingova (1948-1989), considerados mártires del régimen comunista en la década de los 50. Pero éstas no serán las últimas beatificaciones que realice el Papa en este año, ya que se espera que el próximo 19 de octubre, la Madre Teresa de Calcuta sea también beatificada tras haber sido reconocidas las virtudes heroicas y un milagro. La santificación de la Madre Teresa no ha estado fuera de polémicas, ya que el Santo Padre ha tenido que romper las normas del Derecho Canónico para no tener que esperar los cinco años que exige la ley para que se iniciasen los trámites para llevarla a la gloria de los altares. El proceso de beatificación de la Madre Teresa de Calcuta, fallecida en 1997 a los 87 años, comenzó en 1999, dos años después de su muerte, gracias a una dispensa de Juan Pablo II -gran admirador de las virtudes humanas y espirituales de la monja- y concluirá el 19 de octubre en la plaza de San Pedro del Vaticano coincidiendo con su XXV aniversario en el Papado.