ANÁLISIS DE LA SEMANA
Calor
Por Almudena Hernández
1 min
Sociedad22-06-2003
Hace calor, mucho calor. Hace tanto calor que a los pobres universitarios les cuesta aplicarse para aprobar los últimos exámenes del curso. Parece que las ganas de estudiar se evaporan. Los estudiantes más jóvenes van al colegio como si fuesen de paseo, pues la disciplina parece haber quedado atrás en el calendario escolar. Otros, de edad intermedia, se relajan en la piscina, a la espera de la nota de la Selectividad. A quienes la Religión les trae al fresco la reforma educativa que impulsa el Gobierno les ha dado algún que otro sofocón. El último de ellos lo ha provocado la ministra, que ha anunciado que la Religión contará para nota. Quienes fueron el domingo pasado a las procesiones del Corpus pusieron en práctica, aunque de otro modo, esos sofocos que les provocará a muchos estudiar los asuntos de la fe. Con el verano, en particular este que ha llegado, no sólo vienen incendios educativos. El Gobierno está poniendo en marcha medidas para luchar contra los acaloramientos en las familias, cuando éstas se disuelven, y que los más pequeños no se alejen de sus abuelos, ahora que aumenta la tasa de fecundidad en España. También se preocupa el Ejecutivo por los otros calores, los que muchas veces proceden de una barbacoa mal apagada. En las llamas acabará la droga incautada por la Guardia Civil en Algeciras. Son más de 25.000 kilos de hachís, miles y miles de dosis de una perdición que a muchos condena al infierno de la drogadicción, una realidad que debería sofocar más a la sociedad española y sacarla los colores, más aún que estos calores veraniegos y la reforma educativa.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo