ORIENTE MEDIO
El precio del crudo se dispara ante un posible recorte anunciado por la OPEP
Por Alejandra Redondo1 min
Economía15-06-2003
Tal y como desde siempre se ha caracterizado el mundo petrolífero, los altibajos describen un panorama actualmente marcado por la tensión. La posible reducción de la producción del cártel anunciada hace pocos días por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), junto a la caída de los inventarios de petróleo en Estados Unidos y la nueva ola de violencia entre israelíes y palestinos, ha supuesto que el precio de una de las mayores riquezas naturales sobrepase el límite de los 28 dólares, el más alto en casi tres meses.
La OPEP, como mano dictadora de toda acción petrolífera, ha decidido mantener en 25,4 millones de barriles diarios su producción de crudo, aspecto que cambiará una vez Iraq alcance unas ventas "significativas". "Si anticipamos que Irak producirá en el tercer trimestre un millón o más, entonces reduciremos nuestra producción en julio". Así anunciaba Rafael Ramírez, ministro venezolano de Energía, la decisión tomada. Analistas de todo el mundo comparten la consideración del malestar patente ante la política seguida por la organización. Frente a las dos reuniones anuales que por norma general se llevan a cabo, parece que la situación comporta preocupación, en vistas a los seis encuentros que, como mínimo, tendrán lugar este año. Iraq, por su parte, aúna los máximos esfuerzos para volver a ser quien era y devolver la estabilidad a su pueblo. Su próxima incorporación al mercado del crudo, en el que el país ostenta un puesto privilegiado, supone un destacado desafío para sus dirigentes y los de la OPEP. Además, el crecimiento de la oferta fuera de la organización ha sido suficiente para cubrir el incremento de la demanda, detalle traducido en una caída de la cuota de mercado del cártel. Las primeras señales de alarma se han disparado y, por ello, la OPEP ha instado a la colaboración de países como México, Rusia y Noruega para cualquier recorte que se prevea llevar a cabo. De no verse sus pretensiones colaboradoras satisfechas, el cártel de países exportadores se enfrentará a una difícil situación: elegir entre permitir que bajen los precios, o mantener alta la cotización a cambio de nuevos recortes en las ventas que reduzcan más su cuota de mercado. La situación, tensa. El mercado, imparable.