ORIENTE PRÓXIMO
El Gobierno israelí acepta la “hoja de ruta” en un contexto nada pacífico
Por Salvador Martínez Más
2 min
Internacional25-05-2003
Si el pasado domingo el Gobierno israelí aceptaba el nuevo plan de paz. El domingo anterior, tres atentados ensombrecían el antes, el durante y el después de un breve encuentro entre los primeros ministros palestino e israelí, Abu Mazen y Ariel Sharon.
Aquel fue el inicio de una semana donde en Israel se decía que “llovían los camicaces”. En Cisjordania y Gaza las incursiones y las acciones represivas se repitieron durante toda la semana pasada. Incluso las muertes de civiles palestinos por motivos como “andar de forma sospechosa”, según los portavoces del Estado de Israel. Así se justificó el hecho de que disparos de soldados israelíes mataran a un hombre de 25 años el pasado sábado: la víctima palestina número 2.460 desde septiembre de 2000. Ante la violencia palestina, Israel dejó caer que el futuro de Arafat está en el ostracismo y no en la dirección de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). El ministro de Defensa Israelí, Saúl Mofaz, llego a declarar el pasado lunes que “Arafat es responsable de esta ola de atentados”, por lo que “si Arafat sigue siendo un obstáculo para la paz, habrá que pensar en deportarle”. El actual presidente de la ANP lleva desde diciembre de 2001 confinado por el Ejército israelí en su residencia oficial, y es calificado por Israel de “irrelevante”·. De ahí que Abu Mazen, el primer ministro palestino, un cargo recién salido del horno político de Palestina, sea el encargado de negociar con Israel la paz. Ésas labores le han llevado a compartir mesa de negociación con los grupos responsables de violencia de origen palestino como Hamás. Ariel Sharon también se enfrentó la semana pasada al sector menos proclive a la negociación. En su Gobierno, los más ultraconservadores se oponen a negociar la “hoja de ruta” incluso hay ministros que pueden presentar la dimisión una vez que el nuevo documento pacificador ha sido aprobado. Esta postura esconde la consideración hecha pública por el mismo presidente de la coalición de Gobierno israelí, Guideon Saar. Este presidente y también diputado del Parlamento israelí dijo que “la hoja de ruta es, para Oriente Próximo, el plan más peligroso que nunca se ha presentado”. Cuando la violencia del conflicto sigue su curso, la política parte de un acuerdo de mínimos. Lo que supone que habrá más negociaciones, pero a partir de ahora en relación con posibles modificaciones del texto.