ORIENTE PRÓXIMO
Mazen y Arafat llegan a un acuerdo para el gobierno palestino
Por Ángela González Rodríguez3 min
Internacional27-04-2003
"Las negociaciones entre Arafat y yo han fracasado, no discutiré más sobre esto". Apenas seis horas antes de que venciera el plazo dado para la formación del nuevo gobierno palestino, Abu Mazen hacía público tan poco esperanzador mensaje.
El acuerdo entre Arafat y Abu Mazen se produjo después de semanas de negociaciones. La Comunidad Internacional permaneció a la espera mientras el jefe de los servicios de inteligencia egipcios, Omar Suleiman, se reunía por separado varias veces durante el día, con Arafat y Mazen en un esfuerzo de última hora para poner fin a la lucha por el liderazgo de la Autoridad Nacional Palestina. Tras horas de tensión contenida, Yasir Arafat - presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP)- y su primer ministro, Mahmud Abbas –más conocido como Abu Mazen- llegaron a un acuerdo que devuelve las esperanzas a israelíes y palestinos sobre la aplicación de la Hoja de Ruta. La reforma de la Administración de Arafat es condición sine qua non para la publicación de la Hoja de Ruta, el plan de paz elaborado por el Cuarteto (EE.UU., UE, la ONU y Rusia). Las presiones ejercidas por EE.UU. y las labores de mediación de los otros tres miembros del Cuarteto y por Egipto, posibilitaron un pacto que llevará a la inminente presentación del nuevo Ejecutivo ante el pleno del Consejo Legislativo Palestino. El presidente del Parlamento palestino, Ahmed Qorei, precisó que la lista de ministros ya está preparada para su presentación ante el Consejo, que celebrará una reunión extraordinaria para proceder a la votación. El principal escollo que tuvo que sortear la diplomacia, tanto palestina como internacional, fue el Ministerio del Interior, en el que Abu Mazen logró imponer finalmente a su candidato, Mohamed Dajlán, quien cuenta con el apoyo de la CIA estadounidense y de Israel, aunque no con el de Arafat, quien había intentado vetar su nombramiento. Finalmente, y a modo de conciliación entre ambas posturas, la cartera de Interior permanecerá en manos del propio Abu Mazen y tendrá como adjunto a Dajlán, quien antes dirigió el Servicio de Seguridad Preventiva en la Franja de Gaza. Además, será el propio Dajlán quien se hará cargo del mismo cuerpo en todos los Territorios Autónomos, así como de toda la Policía. Como contraprestación por el nombramiento de Dajlán, Abu Mazen ha tenido que aceptar que Arafat mantenga el control sobre la Guardia Nacional y el Servicio de Inteligencia General, que estarán comandados por el ministro saliente, Hani al-Hassan. Esta decisión ha sido criticada por algunos grupos de la derecha israelí, que quieren ver a Arafat completamente desligado del aparato de seguridad, algo a lo que él no está dispuesto. Asimismo, el presidente seguirá compartiendo la responsabilidad con el primer ministro en las negociaciones con Israel. Igualmente, Arafat ha logrado que el ministro encargado de esta función dentro del nuevo Gabinete sea uno de sus principales aliados, el ex-titular de Información, Yasir Abed Rabbo. De esta forma, Abu Mazen verá reducido su margen de maniobra en cuanto a seguridad y negociación, no será así en el ámbito económico y financiero, ya que el nuevo ministro Salam Fayyad no pertenece al círculo de colaboradores más allegados a Arafat. Esta ha sido una prueba de fuego para la credibilidad de Arafat, que ya no cuenta con la confianza de Washington, y mucho menos con la de Israel, que directamente se niega a negociar con él. El nombramiento de Abbas era la prueba que el Cuarteto exigía para verificar su verdadera voluntad de reforma interna y lucha contra el terrorismo.