EL REDCUADRO
Indisolubilidad de la pareja
Por Antonio Burgos
2 min
Opinión23-12-2002
Sobre aquella disposición del director general de la Guardia Civil se escribieron cientos de artículos, se llenaron horas y horas de tertulias radiofónicas y ganaron muchos jornales los dibujantes de humor. Estaba cantado. En una sociedad donde las parejas son cada vez menos estables y la indisolubilidad del matrimonio es casi de patrimonio histórico-artístico, la Guardia Civil iba a suprimir la tradicional y romancesca pareja de picoletos como forma de realizar los servicios. Menos mal que aquella orden no se ha aplicado todavía o, si se ha hecho, no era operativa en Collado Villalba. Menos mal que en Collado Villalba ha funcionado la indisolubilidad de la pareja, de la pareja de la Guardia Civil. En la detención de los etarras que asesinaron al guardia civil don Antonio Molina se ha demostrado que la aritmética falla aplicada al legado del Duque de Ahumada, que no en vano inventó, con la propia Guardia Civil, la legendaria pareja caminera. Se decía que se aplicaba el divorcio a la pareja de la Guardia Civil para duplicar la capacidad operativa de sus efectivos, y al pie de la autopista, con un héroe desangrándose, se ha visto que no era así. En parejas de la Guardia Civil, dos guardias divididos en dos unidades estratégicas no es igual a dos, es igual a cero: a cero operatividad. Imaginen que en Collado ya se hubiera aplicado esa disposición, y que el heroico Antonio Molina se hubiera acercado solo a identificar al automóvil sospechoso. ¿Qué hubiera ocurrido? Pues que los asesinos le hubieran descerrajado a bocajarro los mismos tiros en la barriga, cuando en la máxima entrega al honor que era su divisa les estaba haciendo el primer tiempo de saludo. Hubiera quedado herido en el suelo el guardia, que quizá habría disparado contra los asesinos las siete balas de su pistola, como hizo. Pero no hubiera tenido al lado al guardia Juan Aguilar para repeler la agresión en toda regla y detener a uno de los asesinos. Pienso ahora en aquel policía nacional de proximidad que cuando patrullaba con su motocicleta y en solitario por un barrio de Madrid recibió los mismos disparos mortales que Molina, pero no tuvo al lado un compañero que pudiera disparar sobre los asesinos y capturarlos. Si en la próxima Nochevieja junto a la marea negra de Galicia no tendremos gracias a estos héroes una marea de sangre en Madrid será gracias a esa valentía terrible que decía una madre agarrada a un ataúd, pero también gracias a que en Collado Villalba al menos hubo una pareja no indisoluble de la Guardia Civil.
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Antonio Burgos
Columnista del diario ABC
Andaluz, sevillano y del Betis
** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor