ANÁLISIS DE LA SEMANA
En el futuro
Por Raquel González
2 min
Economía22-12-2002
Aunque el Euribor baje y las hipotecas se hagan más llevaderas, la presión que sufren miles de familias para pagar sus casas no va a disminuir. Aunque el Estado tenga superávit y las cuentas cuadren bastante mejor que en años anteriores, mucha gente no notará ninguna de estas buenas nuevas, por ejemplo los parados. Muchos ciudadanos padecen bastante a lo largo de sus vidas, bien porque el negocio no les salió bien, bien porque los gastos superan con creces los ingresos, bien porque el trabajo que tienen no les aporta beneficios suficientes, ni económicos ni de motivación, o bien porque se han quedado en paro a los 40 años y ya nadie les quiere contratar. Tremendo. Ahora, parece que las penurias pueden llegar un poco más allá, al momento de la jubilación. Ya es conocido por todos que España tiene problemas demográficos, ya que ha habido, y en ello se está todavía, una bajada importante en el número de nacimientos. Esto trae consecuencias y una de ellas es que de aquí a unos años las pensiones de jubilación corren peligro, puesto que no habrá suficientes cotizantes a la Seguridad Social que puedan, con sus aportaciones, aportar ingresos al Estado que se transformen en esas pensiones. Bruselas ya ha dado un toque de aviso a España para que remedie la situación. Parece que los problemas pueden comenzar a llegar en el 2015. Y hablando de problemas, aquí la reina, tristemente, es Argentina. Pero esta vez no vamos a hablar de incidentes, sino de futuras soluciones a esas trabas. El FMI se ha mostrado de acuerdo con permitir que Argentina reprograme parte de su deuda pública con los organismos internacionales de crédito. Lo cierto es que al FMI le quedaban pocas alternativas, ya que era darles esa opción de reprogramación o Argentina, tal y como avisó, entraba en suspensión de pagos total. Duhalde y su gabinete podrán tomar los turrones en la Navidad estival argentina con una presión menos.
