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SIN ESPINAS

La evolución de los mentideros

Fotografía

Por Javier de la RosaTiempo de lectura2 min
Opinión04-11-2002

En eso se siguen convirtiendo cada día más los medios de comunicación social. Antes eran algunos cafés a los que iban los mediocres imitadores de las tertulias de Ortega o de las generaciones de 98 y el 27. Ahora, sin ninguna duda, son todos los programas de producción propia de las televisiones. Empezando por la nueva Ondas de la Televisión, María Teresa Campos. Ya consiguió uno de la radio cuando era locutora en su Málaga natal. Los mentideros son aquellos lugares donde para hablar se junta la gente ociosa. Y está visto que los grandes dinosaurios del periodismo han optado por liderar las fórmulas de producción laxa cuyo único esfuerzo consiste en endurecerse la cara todas las mañanas para que no se les note la vergüenza. La generación ye-ye al final nos ha salido rana. Empezó Pepe Navarro, le siguió Sardá, Mercedes Milá, Ana Rosa Quintana, Lucas y ahora, todavía con un poquito de dignidad profesional, Pedro Piqueras. Es el retiro soñado de todo este cementerio de elefantes que también deambulan por la radio y la prensa escrita. El beneplácito de los directores de programación y el suicidio intelectual y moral de los guionistas se unen a esta orgía mediática del ocio que está ayudando a acabar con la profesión periodística. Y mientras, Admira rifa 300 salidas, El Mundo otorga otros 40 galardones de despido, Onda Cero tanto más. CNN Plus y La Razón salen adelante a costa de becarios que cobran una miseria, o nada. Y nadie protesta. Dicen que es el retroceso del mercado, la crisis del sector publicitario. Egoísmo y despilfarro. Sogecable se propone echar a un centenar de almas por los que por fin se anuncia una huelga. Pero esto se sabe la misma semana en la que su madre, el Grupo Prisa, hace público que a pesar de como está el patio, las ganancias en los últimos meses son un huevo. Así, claro. Y el 19 de noviembre tendremos la sentencia del Tribunal de Defensa de la Competencia que, como autorice la fusión de las dos plataformas digitales, ya podemos ir amarrándonos los machos.

Fotografía de Javier de la Rosa