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El Redcuadro

Congreso y Congresa

Fotografía

Por Antonio BurgosTiempo de lectura3 min
Opinión17-12-2017

No creo que haya una nación en el mundo donde con los problemas tan grandes que existen aquí, empezando por el irredento de Cataluña y terminando con la crisis que no acaba de desaparecer, los políticos bien cobrados y mejor dotados de secretarías, despachos, dietas y viajes gratis total se dediquen a chorradas mayores que las que ocupan su tiempo en España. Hablan de la reforma constitucional, ¿no? Es la moda, la tendencia de esta temporada: pedir la reforma de la Constitución. Cómo, en qué artículos, por qué y para qué, ah, no, eso nadie lo dice. Se trata de dar un poquito por saco pidiendo la reforma de la Constitución con la que tan bien nos ha ido...hasta que llegó Zapatero. Ya ni siquiera se habla de la urgencia de anular, en los artículos sobre la Corona, la prevalencia de varón sobre mujer en la sucesión al Trono; cambio igualitarista de género que a muchos les importaba un bledo: lo que querían verdaderamente era aprovechar que el Ave pasa por Puertollano para hacer de hecho un plebiscito sobre Monarquía o República.

Pero no cejan. Ya verá usted lo que van a tardar en pedir otra vez la reforma de la Constitución a medida de los partidos separatistas minoritarios catalanes, o del mayoritario ERC, como el día antes de la Lotería de Navidad no les salga de la urnas verdaderas y garantizadas lo que ellos quieren, la independencia, y que ya intentaron con las de cartón o con aquellas otras que parecían transportines de perros para llevarlos en el avión.

Mientras todo eso llega, nuestros políticos se dedican a perder su tiempo y a derrochar nuestro dinero, con el que les pagamos, en chorradas bastante considerables. La última ha ocurrido en la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados. ¡De lo que se entera uno! ¿A que usted no sabía que en el Congreso pierden el tiempo y nuestro dinero con una Comisión de Igualdad? ¡Lo calladito que se lo tenían! A esta Comisión de Igualdad le pasa como al Ministerio de igual título que se inventó Zapatero para dárselo a Bibiana Aido; lo que su mismo nombre indica, pero quitando la D final de la palabra y partiéndola en dos: Igual Da. Igual da que haya Comisión de Igualdad o no la haya. ¡Para lo que sirve! ¿Sabe para lo que sirve? Pues para que la representante de Compromís en dicha Comisión, doña Marta Sorlí, pida por esa boquita una chorrada que merecería figurar con todos los honores en el Libro Guinness de las Soplapolleces Españolas. Esta señora está por la reforma de la Constitución. Y quiere que la mentada Comisión de Igual Da Que La Haya o No La Haya apruebe una proposición no de ley para que cuando se vaya a reformar la Constitución (y dale con la reforma de la Constitución) se aproveche para que el Congreso de los Diputados deje de llamarse así.

- ¿Qué quiere, que le pongan otra vez "Cortes Españolas", como en tiempos de Franco, lagarto, lagarto?

No, quieren que al Congreso de los Diputados le pongan, aguanten la risa, por favor, "Congreso de los Diputados y Diputadas". O, en caso contrario, "Congreso" a secas, ea, a tomar por saco diputados y diputadas. ¿Para qué? Para esta monserga tan bien linda: "Intentar ser sensibles a usar un lenguaje menos machista y masculinizado, neutralizando los usos del masculino singular al sustituirlos por otras expresiones o por la inclusión también del femenino singular es un gesto democrático y civilizado, fundamental, como dejar de usar expresiones que podrían herir a grupos que tradicionalmente han sido maltratados". ¿Cómo se te queda el cuerpo? Pues a mí me sabe a poco. Hombre, puestos así, mejor que ponerle sólo "Congreso" a esa Cámara Baja que tan bajo puede caer, hay que rotularla como "Congreso y Congresa", que es mucho más igualitario. ¿O no?

Fotografía de Antonio Burgos

Antonio Burgos

Columnista del diario ABC

Andaluz, sevillano y del Betis

** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor