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ANÁLISIS DE ESPAÑA

Todo al 21

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España30-10-2017

Nueve semanas es el tiempo que tienen los partidos constitucionalistas para movilizar a su electorado de cara a las elecciones del 21 de diciembre. Ya han empezado a hacerlo. Rajoy, Sánchez y Rivera han decidido jugárselo todo a esa carta ante el temor de que el Estado sería incapaz de hacer valer durante mucho tiempo el artículo 155. No deja de suponer una derrota asumir la incapacidad para hacer valer la Ley en una parte de su territorio. Pero una cosa es sospecharlo y otra dejar que eso pase y confirmarlo, lo que brindaría al independentismo una victoria por la fuerza de los hechos. Así que elecciones.

Han pasado muchas cosas desde que el viernes el Parlament proclamase la independencia. Para celebrar la llegada de la ansiada nueva República apenas salieron a la calle en Barcelona 17.000 personas, según la Guardia Urbana. En una ciudad de 1,6 millones, caben todos en uno de los fondos no ya del Camp Nou, sino del campo del Espanyol. El día siguiente era sábado, pero a las 22 ya se podía caminar con soltura por la Plaza Sant Jaume, epicentro de las celebraciones. Una hora después ya no había nadie. Al día siguiente todo siguió igual en Cataluña, desde la bandera española en lo alto de la Generalitat a la Policía Nacional en Vía Laietana. “Els carrers serán sempre nostres”, proclamaba eufórico el independentismo incondicional. Pero resulta que el domingo el constitucionalismo sacó -también según la Guardia Urbana- a 300.000 personas que no ven en el 155 una amenaza, sino una garantía.

En apenas unos días habrá que presentar candidaturas y el independentismo está por primera vez en mucho tiempo desconcertado y temeroso de los jueces. Ningún país les reconoce, lo que hace poco inteligente optar por un Gobierno paralelo. Los consellers, ya sin escolta por orden del nuevo jefe de los Mossos, no saben siquiera si podrán volver a sus despachos. Hasta Pilar Rahola reconocía en TV3 que Puigdemont no había pronunciado el discurso que se espera de un presidente el primer día de un nuevo Estado. Pero volverán. Tan importante es frenar el golpe inmediato como contrarrestar los resortes que el independentismo lleva décadas construyendo. Por un lado será clave la respuesta judicial, sobre todo de la Fiscalía, pero también la política. Se necesitará mucho más que unas elecciones para garantizar que la democracia no se vuelva a ver amenazada en Cataluña como los meses terribles de septiembre y octubre de 2017 en los que España regresó de forma traumática a 1934.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio