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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Cuatro meses, una eternidad

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional22-05-2017

Dicen que "a perro flaco todo se le vuelven pulgas". Aunque Donald Trump ha tenido éxito como empresario, podría ser considerado como perro flaco en el ámbito político, debido a su falta de experiencia y a sus formas, tanto en la campaña como ahora que ocupa la Presidencia.

Su comportamiento y, simplemente, su persona, generan tanta animadversión como simpatías entre la población. Es difícil encontrar un término medio. Cualquier cosa que diga o haga Trump se analiza al detalle y genera corrientes de opinión.

En una época en la que cada vez se tiene más acceso a la información, es precisamente cuando más intoxicaciones interesadas hay. Las personas y hasta los medios de comunicación considerados serios dan por válidos vídeos y contenidos que se convierten en virales, pero que realmente son manipulaciones. Por tanto, tiene sentido que quienes recelan de Trump estén predispuestos a prestar atención a las noticias negativas o directamente falsas sobre el presidente.

La presunta injerencia rusa en la campaña electoral estadounidense y el descubrimiento de correos electrónicos comprometedores para Hillary Clinton es algo de lo que todavía se está hablando. Además, la reciente destitución del máximo dirigente del FBI y el acercamiento de Trump a Moscú alienta las sospechas.

La polémica se centra ahora en los datos de la lucha antiterrorista que el presidente estadounidense compartió con el ministro de Asuntos Exteriores ruso. Este caso ha disparado las alarmas y sigue propiciando la idea de que Trump le debe algo a Rusia. Sea como fuere, una de las principales armas contra el terrorismo es compartir la información. Es cierto que entre los detalles que se facilitan no debe haber ninguno que ponga en evidencia o afecte a un tema sensible del emisor o de sus aliados. Es de suponer que así fue. Sin embargo, como se trata de Trump, parece que es descuidado y le está regalando secretos a Putin.

Donald Trump lleva solo cuatro meses en la Casa Blanca y ya parece que es una eternidad por todas las polémicas creadas y por tanta información y debates generados. Además, o mucho cambian las cosas o esto es solo el principio. Su inesperada llegada a la Presidencia, su inexperiencia y su comportamiento le van a generar muchos casos similares.

Lamentablemente, este tipo de situaciones terminan afectando a la Presidencia, aunque esta sea fuerte. Dirigir una gran potencia como Estados Unidos es difícil, pero se convierte en un desafío si cualquier decisión que se toma es mirada con lupa y más aún cuando se crea desconfianza en gran parte de la opinión pública nacional e internacional.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD