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ANÁLISIS DE CULTURA

Los adoquines de la Edad Media

Fotografía

Por Marta G.BrunoTiempo de lectura3 min
Cultura12-04-2017

Los coptos representan un 10% de la población egipcia, la minoría cristiana de Oriente Próximo, los más castigados socialmente durante siglos. Volvieron a sufrir ese varapalo en un día tan señalado como el Domingo de Ramos.

 Una semana antes del nuevo ataque me hallaba admirando joyas del pasado. La catedral de Sigüenza erigida cual mausoleo casi tan imponente como el castillo que la mira por encima del hombro. Las callejuelas de su casco antiguo, las que se escapan a ojos del visitante si no mira más allá de la calle principal. Las de los artesanos, donde siempre hubo vida hasta que siglos después aparecieron los centros comerciales como baby-boom que imita a los malls americanos aunque todavía, aunque a un paso, con algo medio sano en algunas de sus estanterías.

 De este a oeste se levantaron murallas de las que sólo quedan tímidos recuerdos, las travesañas, la alta y la baja, y las formas judías de las casas, la ventana al lado de la entrada, que indicaba que además de casa era tienda. No penséis por cierto en aquello de recuperar viejas ideas por otra parte lógicas, porque Hacienda, que es casi igual de antigua, nos recordaría que el que no paga no vende. De hecho la Puerta de Hierro de la ciudad lo era para que el funcionario de turno cobrara el impuesto correspondiente al artesano que allí quería comerciar. Es un oficio antiguo del que no lograremos escapar.

 Y en el suelo de una de sus calles una inscripción que me hizo parar por obligación, en la que aparecían tres símbolos que representan la unión de tres culturas: la cristiana, la judía y la musulmana. Y dudé por lo que ha sido la historia y por lo que es. Pero entonces pensé que esa placa se instaló porque efectivamente, la ciudad llegó a un punto de supuesta, fingida o no, convivencia pacífica entre los tres. Una huella que vemos en otras ciudades españolas. Hay quien desvirtúa ese concepto y asegura que ese aspecto idílico es la cara buena de la que hemos querido dejar huella en nuestra historia, un intento de tapar lo que hay detrás.

 ¿Mito o realidad? La crueldad de los hechos de los que estamos siendo testigos en países como Egipto o Siria nos demuestra que en ocasiones el odio del ser humano al que  piensa diferente, aunque sea minoritario, es mortal. Un golpe a la paz que entre todos hemos querido construir. La convivencia existe, y si no la prueba está en salir a la calle para demostrarlo, aunque con pinzas ¿Existe el multiculturalismo? ¿o es el sueño del idealismo? ¿podemos entendernos realmente entre diferentes? A escala menor, por supuesto. La realidad política es diferente. Y si no, la hemeroteca habla por sí sola.

 Las palabras del sociólogo Raymond Aron lanzan verdades como puños que perduran hoy, ayer y mañana al asegurar que “el enemigo de ayer es el amigo de hoy, pues no hay política razonable sin capacidad de olvido”. Es la única esperanza de un mundo que cumple la regla de la historia cíclica. Los adoquines desgastados de la ciudad de Sigüenza nos dieron la primera capa de información, la de la prosperidad y la inteligencia. Si hablaran nos contarían la verdad de sus caminantes.

Fotografía de Marta G.Bruno