ANÁLISIS DE ESPAÑA
Piqué y los nuevos intelectuales
Por Alejandro Requeijo3 min
España03-04-2017
A cuenta de las últimas declaraciones polémicas de Piqué, discutía con un amigo que le echaba la culpa a los medios por servir de altavoz a un deportista a la hora expresar opiniones ajenas a su profesión. Su argumento venía a decir que un futbolista no debe ser elevado a autoridad competente más allá de los tres puntos, el fuera de juego y el partido a partido. Y que si Piqué o cualquier otro compañero suyo se viene arriba para cuestionar el sistema judicial español, lo que corresponde a los periodistas es bajar el micrófono y apagar la grabadora. Aunque no lo comparto, su razonamiento tiene un punto acertado aunque algo utópico: existen personajes mucho más enriquecedores a los que no se les presta atención porque no son mediáticos. Y buscando ideas para rellenar este folio en blanco me he topado con la genial entrevista que publicó este sábado El Mundo a Santiago Alba Rico, marxista clásico y guionista del programa infantil 'La bola de cristal' en el que la Bruja Avería decía "Viva el mal, viva el capital" a los niños de España. Imposible algo así hoy. El caso es que Santiago Alba responde de este modo al ser preguntado por la figura actual de los intelectuales españoles: "es curioso. En general la izquierda tiene peor formación intelectual que hace 40 años y, a la vez, ha mutado la idea de intelectual. Si hablamos de intelectuales hay que hablar de los que están investidos de autoridad pública, que hoy viene determinada por el mercado. Eso ha trasladado el concepto de autoridad pública. Intelectuales de hoy son Ronaldo y Nadal".
Podemos estar de acuerdo en que su definición también incluye a Piqué, quien usó su enésima crítica al Real Madrid para cuestionar las instituciones españolas: "En su palco se mueven los hilos del país, la persona que imputó a Messi, que imputó a Neymar y que casualmente el trato con Cristiano es diferencial estaba al lado de Florentino y esto es este país". Sus palabras bien las podría haber firmado Quico Homs desde ese prisma victimista en el que cualquier contratiempo que afecte a lo que ellos consideran que es Cataluña -en este caso a su "ejército desarmado"- proviene de una mano negra con sede en Madrit. Ya sea del estamento arbitral, del Tribunal Constitucional o ahora del palco del Bernabéu. Esto entronca con las reflexiones del pensador Rutger Bregman, quien alerta de algunos riesgos del periodismo digital a la hora de prescindir del contexto, lo que deriva en campo abonado para el populismo.
Los nuevos tiempos imponen nuevos formatos y nuevas formas de consumir la información, más directa, inmediata, centrada en lo último que acaba de pasar. La mayoría de las veces es un éxito que alguien llegue al segundo párrafo. Pero el contexto es necesario, por ejemplo, para despojar de autoridad las declaraciones de Piqué. Para explicar que se estaba refiriendo a la abogada del Estado y que la Abogacía no imputa, lo hacen los jueces. Para recordar que Messi admitió sus delitos lo que le convierte oficialmente en un defraudador sin que nadie en el Camp Nou haya pedido su dimisión todavía. Que, de momento, Cristiano Ronaldo está en manos de la Agencia Tributaria, ya veremos qué pasa. Mientras tanto, la camiseta de Iñaki Urdangarin sigue luciendo orgullosa desde el cielo del Palau. De paso, se podría añadir que Agustí Montal, quien dejó la presidencia del Barça en 1977, es el último máximo dirigente del club que no pasó por un Juzgado para declarar por algún motivo turbio. Núñez fue a prisión, a Rosell no le denunció Madrit, sino un socio del club y a Laporta sus sucesores en el palco en el que, por cierto, durante años era invitado habitual un tal Jordi Pujol. Y ya sabemos cuáles eran sus valores a la hora de mover los hilos en Cataluña. Así es este país.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio