ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
Por fin algo de tranquilidad, aunque momentánea
Por Isaac Á. Calvo
2 min
Internacional20-03-2017
Países Bajos fue protagonista de la actualidad internacional durante la semana pasada por dos motivos diferentes. Por un lado, celebró unas elecciones en las que se medía la fuerza del populismo de ultraderecha, cuyo representante, Geert Wilders, encabezaba las encuestas y parecía que iba a ganar los comicios, aunque no a gobernar si el resto de partidos se aliaban.
Por otro, el Gobierno holandés tuvo un sonado enfrentamiento con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Este quiere hacer un referéndum para aumentar su poder y sus competencias en el cargo. Por ello, miembros de su Gabinete querían dar un mitin en Holanda, algo que el Ejecutivo de este país prohibió. Este hecho desencadenó las protestas airadas de Turquía y una escalada dialéctica que obligó a intervenir hasta a la Unión Europea.
La negativa holandesa ha sido aprovechada por Erdogan para fortalecer su imagen ante su pueblo, ya que se muestra como víctima. También parecía que el choque dialéctico iba a tener consecuencias en las elecciones holandesas y beneficiar al populista Wilders, quien mantiene un discurso contundente contra los musulmanes.
Sin embargo, no ha sido así. Wilders, a pesar de lo que auguraban los sondeos, no ha sido el más votado en las elecciones holandesas. Es verdad que ha subido cinco escaños, pero se ha quedado en segunda posición. Mark Rutte, el actual primer ministro, ha vuelto a ganar y todo parece indicar que seguirá en el puesto si consigue formar coalición con otros partidos, en la que el populismo quedaría fuera.
En la Unión Europea, afortunadamente, los votantes están conteniendo el avance del populismo. Excepto en Grecia, donde gobierna la izquierda radical, en España, Austria y Holanda no ha tenido tanto éxito como vaticinaban las encuestas.
Aun así, en Francia, la amenaza de Marine Le Pen está muy presente. Todo parece indicar que habrá que esperar a la segunda vuelta para ver si los franceses vuelven a unirse para derrotar al populismo, o si se adentran en un camino cortoplacista y lleno de incertidumbres tanto para ellos como para el resto de la Unión Europea.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD