CRÓNICAS DEL ESPACIO INTERIOR
Arte y periodismo
Por Álvaro Abellán
2 min
Opinión29-09-2002
La fecundidad del tender lazos entre periodismo y arte es inagotable. Rescaté de mi memoria el viejo debate al ver a un triunfante Fernando León recibir la Concha de Oro por su película Los lunes al sol. Ya ganó el Goya al director novel por Familia y el Goya el mejor director por Barrio, y crítica y público, una vez más, se aúnan a la hora de elogiar su última obra. Ésta, como la anterior, no pretende ser un documental, una denuncia o una crítica, pero lo es. Algún crítico lo ha llamado, tendiendo un lazo hacia el periodismo, “crónica sobre las aventuras y desventuras de ese grupo de parados”. El mismo compromiso, trabajo y defensa de la creatividad que descubro en el joven artista Fernando León, lo encuentro en el viejo reportero Ryszard Kapuscinski, ese periodista polaco que escribe crónicas africanas y asiáticas con los ojos de la gente, desde la tierra de la calle y el dolor de los que sufren. Cuenta Kapuscinski desde las páginas publicadas por Anagrama, Los cínicos no sirven para este oficio, que el periodista debe ascender al “nivel creativo, aquel en el que ponemos toda nuestra alma, todo nuestro tiempo, toda nuestra dedicación”. El viejo polaco recuerda también que en el periodismo la actualización, el estudio y la profundización constantes son la conditio sine quanon. Que se lo digan a León, conocedor como nadie de su tiempo, capaz, por eso, como Kapuscinski, de hacer arte de su oficio. “Los artistas nos alimentamos de la realidad”, dice el coreógrafo Mats Ek, responsable del montaje de Solo for two para la Compañía Nacional de Danza. La realidad es también la materia prima del periodismo. El lenguaje, el vehículo del arte y el periodismo. La verdad y su sentido, la razón de ser de ambas. Quizá la diferencia más notable es que el periodismo necesita de la verdad del dato, mientras que el arte puede sobrevolar ésta y mantenerse siempre en la verdad poética, creativa. Pero, como recuerda el viejo reportero polaco, el periodismo de datos que olvida la otra realidad, la vivida, esa en que se pone todo el alma en juego, ni es objetivo ni es, realmente, periodismo. No todo arte es periodismo. Pero me atrevo a decir: el periodismo, o es arte, o no es periodismo.
