MARRUECOS
Ana Palacio y su homólogo marroquí se reúnen para recuperar el diálogo
Por Noelia Hernández Martín2 min
España20-09-2002
Como "un partido de vuelta"; así es como calificó la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, la reunión que celebrará el lunes en Madrid con su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa. El partido de ida tuvo lugar el pasado 22 de julio, cuando ambos ministros se reunieron en Rabat para recuperar el diálogo tras la crisis desatada por la invasión de Perejil. Aunque la ministra juega en casa, lo cierto es que se esperan pocos avances de esta reunión, que tendrá un carácter más simbólico que efectivo.
Recuperar el diálogo. Este parece ser el mayor objetivo de la reunión que se celebra este lunes en Madrid entre la ministra de Asuntos Exteriores y su homólogo marroquí. A pesar de que ambos ministros han hecho declaraciones con el objetivo de aligerar el ambiente, lo cierto es que las relaciones entre ambas partes siguen siendo complicadas y el encuentro no se plantea bajo la mejor perspectiva. Después de la retirada del embajador marroquí de Madrid y el incidente de Perejil "lo más importante es el hecho mismo de que se celebre la reunión", según las declaraciones de la ministra. Ana Palacio precisó que esa frase refleja las dificultades de la situación, pero no implica ninguna duda de que el encuentro pueda no llevarse a cabo finalmente. Lo cierto es que ambos ministros ni siquiera se ponen de acuerdo en el tema primordial del encuentro. Mientras que, para Palacio, el primer problema que le gustaría abordar es la inmigración, Marruecos insiste en la reivindicación de Ceuta y Melilla. A lo que España ha respondido una y otra vez, que estos territorios son absolutamente españoles y que no hay nada que negociar sobre ambas ciudades autónomas. No sólo son los ministros los que se reúnen para hablar de las relaciones entre España y su país vecino. Casi 150 intelectuales españoles y marroquíes han firmado un manifiesto en Marruecos, promovido por la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo y la Unión de Escritores, para pedir a sus Gobiernos que dialoguen para obtener la cooperación y la amistad entre el país magrebí y el español. El manifiesto pide la cercanía entre occidente y el mundo árabe: "Tras el 11 de septiembre es aún más necesario que nunca reforzar nuestra asociación, recuperar el sentido positivo de nuestras relaciones y avanzar hacia un estrechamiento de una amistad tan sincera como necesaria". La inmigración es un problema que no sólo preocupa a Ana Palacio y al Gobierno en general, sino también al presidente del Tribunal Supremo, Francisco Hernando, que en la ceremonia de apertura del año judicial, declaró que le resulta "sumamente llamativo que aquellos que se hayan en situación de ilegalidad demanden, cuando no exijan, de los poderes públicos su regularización al margen de los cauces del Derecho". Asimismo, destacó la necesidad de ordenar la "inmigración económica masiva" a través de una regulación legal "que no admite demora ni tampoco dubitaciones".