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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Al Asad se queda en Siria, hay desafíos más importantes

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional21-12-2015

Bashar al Asad se queda en el poder, de momento. Actualmente, en Siria hay desafíos más importantes que derrocar a su presidente, por muchos enemigos que tenga. Así lo ha decidido el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que consiguió poner de acuerdo a sus miembros y aprobar una resolución que busca resolver el conflicto sirio a través del diálogo.

El texto auspiciado por la ONU es todo un logro, especialmente si se tienen en cuenta los enormes intereses que están en juego y la gran cantidad de actores implicados, tanto interna como externamente, con posiciones encontradas. Además, supone la consolidación de las buenas vibraciones que se produjeron en la cumbre sobre Siria, celebrada en Viena el pasado mes de noviembre.

En este caso, es de agradecer que prime la cordura y se dé prioridad a dos asuntos que, realmente, son imprescindibles. El primero de ellos es iniciar un diálogo entre el Gobierno y las fuerzas opositoras para terminar con la guerra civil que ha provocado miles de muertes (muchas de ellas, civiles). Este proceso ha de iniciarse en menos de 30 días y debería concluir con unas elecciones que tendrían lugar dentro de 18 meses.

El segundo de los asuntos trata de dilucidar qué facciones de las que intervienen en Siria tienen conexiones terroristas y, consecuentemente, dejarlas fuera del proceso y combatirlas. En una de ellas no hay ninguna duda: el llamado Estado Islámico (Daesh), que se aprovecha del caos y se ha convertido en una potente organización criminal, con numerosos tentáculos, jugosas fuentes de financiación e impactante marketing. Daesh es una enorme amenaza para toda la región, para Occidente y para todos aquellos que no compartan su visión del Islam, incluso los musulmanes.

Sin duda, el pacto en Naciones Unidas ha sido posible porque Rusia y Estados Unidos no solo no han ejercido su derecho de veto, sino que se han dado cuenta de que hay que aparcar sus diferencias cuando hay intereses y enemigos comunes. El viaje a Moscú del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y su reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin, han servido para avanzar ahora en la misma dirección, aunque discrepen sobre qué hacer con Bashar al Asad.

Para resolver el conflicto en Siria va a ser necesario hacer un esfuerzo sobresaliente, tener capacidad de sacrificio y estar preparados para hallar soluciones a las muchas dificultades que vayan surgiendo durante el proceso. No va a ser fácil, pero tener el respaldo de Naciones Unidas es importante, y lo acordado en el Consejo de Seguridad es otro paso más en el camino iniciado en Viena.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD