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SIN CONCESIONES

Rajoy, 'El Breve'

Fotografía

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura4 min
Opinión21-12-2015

Ocho años aguantó Mariano Rajoy en la oposición a la espera de ser presidente del Gobierno. Sufrió dos derrotas consecutivas contra José Luis Rodríguez Zapatero y, en vez de marcharse, se empeñó en intentarlo una tercera. Argumentaba que Felipe González necesitó tres ocasiones para llegar a La Moncloa y que José María Aznar tardó otras tres en alcanzar el olimpo presidencial. Efectivamente, en el tercer asalto ganó por fin. Lo consiguió tras retirarse Zapatero y después de tres años de desastre económico. El PP hubiera ganado aquellos comicios aunque el cartel electoral lo hubiera encabezado una cabra. Pero lo cierto es que Rajoy ganó y lo hizo con el mejor resultado en la historia del partido. Los 186 diputados superaron el récord de José María Aznar en el año 2000.

Cuatro años después, Rajoy ha pasado del mejor resultado en la historia del PP al peor. Doble récord. Ha despilfarrado 3,5 millones de votos y 63 diputados. Semejante retroceso devuelve a los populares a 1989, cuando las siglas de la gaviota eran todavía la vieja Alianza Popular de Manuel Fraga. De la oposición saltó en 2011 al Gobierno con mayoría absoluta y ahora puede regresar del Gobierno a la oposición si un milagro no lo remedia. Los 123 escaños conseguidos en las elecciones generales del 20-D son insuficientes a priori para seguir en La Moncloa y más aún cuando Ciudadanos apenas ha conseguido 40, en vez de los 50-60 que le auguraban muchas encuestas. Rajoy no tiene socios posibles pero está dispuesto a "intentar formar gobierno" aunque para ello sea necesario "hablar mucho y dialogar mucho" con quienes hasta ahora era incapaz de llegar a acuerdos.

Rajoy puede regresar del Gobierno a la oposición si un milagro no lo remedia
Salvo pacto sorpresa, Rajoy puede pasar a la historia de la democracia española como Mariano El Breve. Todos los presidentes del Gobierno que fueron elegidos en las urnas disfrutaron al menos de dos mandatos. Lo consiguió Adolfo Suárez en 1977 y en 1979, tras redactar la Constitución y aprobarla en referéndum. Lo consiguió Felipe González en 1982, 1986, 1989 y 1993. Lo consiguió José María Aznar en 1996 y 2000. Lo consiguió José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 y 2008. Y Rajoy... Rajoy lo tiene muy pero que muy difícil. Sin embargo, más vale que nadie dé por muerto al político gallego antes de verle bajo sepultura, pues en muchas ocasiones sus adversarios políticos le creyeron acabado y hasta aquí ha llegado este amante de las carreras de fondo y las etapas ciclistas de largo recorrido. "En la vida y en la política siempre gana el que más aguanta". Esta es su filosofía y la piensa volver a aplicar.

Rajoy, que sobrevivió a dos derrotas frente a Zapatero, acabó por suceder en La Moncloa a su amigo de León. Esperanza Aguirre no pudo arrebatarle el liderazgo del PP en 2008, cuando más frágil parecía. Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja, María San Gil, Alberto Ruiz-Gallardón, Juan Costa, Gabriel Elorriaga... todos los que han osado cuestionarle han acabado muertos políticamente mucho antes que él. Que a nadie le extrañe, por lo tanto, que vaya a agarrarse con uñas y dientes al sillón del Consejo de Ministros y que intente por todos los medios revalidar un segundo mandato. No se me va de la memoria cuando en 2012 nos soltó un rotundo "Yo, siempre" a si repetiría otro mandato. Lo desea fervientemente y está convencido de merecerlo. Cuando parezca difícil agitará el miedo a Podemos, a los pentapartitos de izquierda, a la inestabilidad política, a la vuelta atrás a la crisis económica, etc. Pocos, incluso dentro de su propio partido, le quieren como presidente. Pero luchará por conseguirlo hasta el último aliento.

Pocos le quieren pero Rajoy luchará por seguir de presidente hasta el último aliento
En el PP saben que con otro candidato estas elecciones generales habrían ido mucho mejor. Rajoy ha hecho en campaña un esfuerzo titánico por parecer cercano a los ciudadanos y sensible a sus problemas. En tres meses ha concedido el doble de entrevistas que en toda la legislatura y ha acudido a más platós de televisión que nunca. Los españoles han descubierto un Rajoy diferente pero aún así no le han perdonado su falta de explicaciones de los tres años y medio anteriores. Ha tenido todo el viento a favor desde las elecciones catalanas del 27 de septiembre pero aún así no lo ha aprovechado suficiente. Otra vez se demuestra que es imposible recuperar la confianza de alguien cuando previamente la has dilapidado.

Con Rajoy o sin él en La Moncloa, la nueva legislatura va a ser la más compleja y la más inestable de toda la democracia. Nunca hubo un presidente del Gobierno con apoyos tan escasos. Eso no sólo obliga al diálogo y al entendimiento, aparentemente bueno. Obliga a tramitar propuestas de lo más dispares que se saben cómo empiezan pero no cómo terminan. Hay reivindicaciones antagónicas entre los partidos que van a tener que pactar y algunos de ellos ponen como condición para sentarse a hablar ejecutar reformas tan complejas y arriesgadas como la Constitución de 1978 y la Ley Electoral. No hemos empezado la legislatura y ya tenemos el lío montado. Esta vez ni siquiera está claro qué partido gobernará y mucho menos quién será el presidente. Bienvenidos a la XI Legislatura de la democracia española. Bienvenidos a la mayor de las incertidumbres que cabían imaginar.

Fotografía de Pablo A. Iglesias

Pablo A. Iglesias

Fundador de LaSemana.es

Doctor en Periodismo

Director de Información y Contenidos en Servimedia

Profesor de Redacción Periodística de la UFV

Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito