CRÓNICAS DEL ESPACIO INTERIOR
Zapatero
Por Álvaro Abellán
2 min
Opinión15-09-2002
Miro a Zapatero y tengo miedo; pero no porque pueda llegar al poder, que lo hará si su gente le deja, pues el péndulo del destino -mucho más que su buen hacer- hará que algún día cambie el partido que gobierna. Miro a Zapatero y tengo miedo; pero no por su imagen de cuervo ojiazul, con las alas como hombros encogidos y las garras sobre la mesa, con el pico y la mirada afiladas esperando el despiste de su víctima. Miro a Zapatero y tengo miedo; porque da la impresión de creer en lo que dice, es decir, de no creer en nada. De González uno sabía que mentía como un bellaco, que no siempre expresó lo que pensaba, que decía lo que todos querían oír y que luego hacía, a espaldas, lo que le venía en gana. Con González uno podía estar o no de acuerdo, pero, cuando te hablaba, debías decirle que sí a todo. Con González uno entendía en seguida lo que había venido a regalar a España y, algo más tarde, lo que había venido a quitarle. De Aznar uno sabe que prefiera callar a mentir y que, más que mentir, rectifica como si afirmara por primera vez. De Aznar uno sabe que él cree que no puede equivocarse. De Aznar uno siempre ha sabido qué es lo que quiere para sí y para España. Con Aznar uno puede perder al mus, al paddle y a las elecciones generales, que siempre que pierdas se llevará bien contigo. Ni González ni Aznar me han dado nunca miedo, porque sabían lo que querían y cómo conseguirlo. Sabían razonar, distinguir, afinar y dirigir a un grupo de personas hacia una meta determinada. Zapatero me da miedo por lo contrario. Cada semana podría dedicar una columna a sus demagogias no intencionadas, digo “no intencionadas” porque seguro que se las cree, el pobre, no como el sabio González. La última: dice que sólo apoyará el ataque a Irak si lo autoriza la ONU. No importa que el ataque esté bien o mal, que sea necesario o no, sólo importa el consenso. Y luego se queja de que le digan que no tiene proyecto. Me da miedo Zapatero porque no tiene una idea que plasmar, sino que quiere llegar al poder haciendo lo que le dicen los otros.
