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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Turquía, hay que tener mano izquierda

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional30-11-2015

El diccionario de la Real Academia Española de la lengua define "mano izquierda" como la "habilidad o astucia para manejarse o resolver situaciones difíciles". Pues bien, eso es lo que le ha faltado a Turquía cuando derribó un caza de Rusia que, supuestamente, había violado durante unos segundos el espacio aéreo turco.

Como suele ocurrir en estos casos, las versiones son contradictorias. Ankara dice que avisó en repetidas ocasiones a los pilotos rusos antes de atacarlos. Moscú no solo niega ese extremo, sino que además afirma que ni siquiera se produjo tal allanamiento.

Sea como fuere, por muchas rencillas históricas que existan entre turcos y rusos, no es conveniente, sin una declaración de guerra, ir abatiendo aviones militares que se adentren sin autorización en otro territorio. Este hecho puede deberse a un error del piloto, a una necesidad temporal imperiosa o a cualquier otra circunstancia que podría llegar a explicarse y a entenderse. Es verdad que también es posible que se trate de provocaciones, pero aun así, esa actitud está esperando una respuesta violenta que alimente la espiral de acción-reacción.

Los estados tienen aviones de respuesta rápida, ubicados en posiciones estratégicas, que, en pocos minutos, son capaces de interceptar la amenaza, identificarla, evaluarla y actuar. En la inmensa mayoría de las veces, la situación se soluciona pacíficamente. Por ejemplo, se escolta al intruso hasta que abandona la zona restringida o se le hace aterrizar en el aeródromo más cercano.

El ataque de Turquía contra el avión militar ruso se produce, además, en una zona y en un momento especialmente sensibles como es Siria y el conflicto que la asola desde hace años. El avispero sirio es tan complejo y cuenta con tantos actores locales e internacionales que se da la circunstancia de que existen intereses opuestos pero también enemigos comunes.

Uno de esos enemigos comunes es el llamado Estado Islámico, que se aprovecha del caos, va ganando territorios, tiene claros cuáles son objetivos, trabaja para lograrlos y, realmente, es una amenaza para todos los que no piensen como ellos, independientemente de que sean cristianos o musulmanes.

Es necesario que la comunidad internacional aúne esfuerzos para vencer a esos enemigos comunes existentes. Una vez logrado, ya se dilucidará cuál es la mejor forma de encontrar una solución a esos intereses opuestos. Sin embargo, el problema, lejos de resolverse, se acentúa cuando cada país antepone sus propios anhelos y hace la guerra por su cuenta, nunca mejor dicho.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD