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Análisis de Deportes

Ridículo madridista

Fotografía

Por Javier BirlangaTiempo de lectura4 min
Deportes23-11-2015

Ni un solo aficionado del Real Madrid salió contento del Santiago Bernabéu. Ni un solo jugador del Real Madrid estuvo a la altura. Ni un solo hincha madridista pudo oír el tercer pitido del árbitro. Minuto a minuto el Real Madrid hizo el ridículo ante un gran Barcelona.

Se puede caer de muchas maneras, pero nunca como el pasado sábado. Los jugadores del Real Madrid salieron andando al partido. Desde el primer ataque blanco se vio que los azulgranas estaban mucho más metidos en el partido que los madridistas. ¿Por qué? ¿Falta de confianza? ¿Falta de actitud? ¿Intención de "hacerle la cama" a Rafa Benítez? Son preguntas sin respuesta, de momento.

Aún así, sería faltar a la verdad decir que el 0-4 fue por culpa de un mal Madrid. Es cierto que hicieron un partido muy decepcionante, pero también es verdad que el Barcelona rozó la perfección. Puede que fuera incluso mejor que el día del 2-6 o del 5-0. No sólo demostraron más fútbol que el rival (algo que ya habían hecho en los otros dos partidos), sino que también demostraron más ganas, más instinto y más sintonía. Jugaron muy bien y lo hicieron como equipo, no premiando individualidades.

El Real Madrid dio síntomas de estar mal trabajado, de no tener feeling con el de al lado, en definitiva, no había equipo. La presión era individual y no conjunta. Kroos y Bale se hincharon a correr para nada. "Hacerle la cama" a Benítez ante el Barcelona no tendría mucho sentido, pues millones de espectadores ven ese encuentro en todo el mundo. Pero también es cierto que si hubieran querido hacerlo, muy distinto no les hubiera salido el partido.

Y más allá de los jugadores, ni el entrenador ni el presidente dieron la talla. Lo peor es que no es la primera vez y no tiene pinta de que vaya a ser la última. Que el vestuario no está con el entrenador es evidente. Pueden negarlo las veces que hagan falta, es algo que se nota, no que se dice. Benítez no cree en el sistema de 4-3-3 con la BBC y un medio campo con Kroos, Modric y James. Los puso porque era lo que pedía el pueblo, no lo que le pedía el cuerpo. De hecho, seguramente el equipo no dio la talla también en parte porque no están acostumbrados a trabajar en los últimos meses para ser ofensivos.

La decisión de destituir, o "relevar", como utilizó el propio presidente, a Carlo Ancelotti fue desacertada en todo momento, ya lo avisamos. Si en la oficina tienes unos meses malos, pero todos creen en el jefe, ¿la solución es echar al jefe? Sólo José Ángel Sánchez, la Junta Directiva y Florentino Pérez pensaron que debía ser así. Craso error.

Lo del máximo mandatario del Real Madrid no tiene nombre. Su imagen representa el ridículo del Real Madrid. Primero con la vergonzosa decisión de subir al máximo la megafonía del Santiago Bernabéu al final del partido para que los socios no pudieran gritar "Florentino dimisión". Y después con la comparecencia de este lunes.

Florentino dejó bien claro que "respeta todas las opiniones, y mucho más la de los socios". Resulta curioso después de ver cómo no se llegó a escuchar el tercer pitido del árbitro de lo atronador y lo rápido que empezó a sonar el himno del Real Madrid al final del choque. Y una vez más volvió a señalar una persecución de la prensa hacia su persona, cosa plausible, pero nunca como motivo de los males del Real Madrid.

La libertad de expresión permite la crítica en todo momento. Pellegrini tenía sus seguidores y sus detractores, Mourinho igual (más extremistas en ambos bandos, pero igualmente los tenía), Ancelotti también los tenía, Benítez los tiene y por supuesto Florentino Pérez también. Pero tan cierto es que hay personas que se pueden dejar influenciar por otras, por una masa superior o por la prensa, como que éste número de individuos no rebasa el 4% del total de los madridistas.

No hay que leer la prensa o escuchar la radio para llegar a la conclusión de que la venta de Di María, la destitución de Ancelotti o la llegada de Benítez, por nombrar algunas, son malas decisiones y son decisiones tomadas por la presidencia y la Junta Directiva. Los gritos de "Florentino dimisión" no han llegado merced a un lavado de cerebro ni a la telequinesia, se los ha ganado a pulso. Veremos cuánto dura este circo que está dejando al Real Madrid en un absoluto ridículo.

Fotografía de Javier Birlanga

Javier Birlanga

Director de Deportes de LaSemana.es

Graduado en Periodismo por la UFV

Redactor de Deportes en Cadena SER

He trabado en MARCA y Radio Marca